El Eibar muestra su candidatura europea barriendo al Celta en Balaídos

Joan Pi

Berizzo quiso reservar a sus figuras para el duelo europeo del próximo jueves y acabó escaldado.

Asi se podría resumir el repaso que el Eibar le dio al Celta (0-2) en Balaídos, confirmando la candidatura armera a estar en Europa la próxima temporada.

Un objetivo que ni Mendilibar podrá negar a partir de ahora, puesto que su equipo se ha situado en la zona noble de la tabla, a expensas de lo que haga la R. Sociedad esta noche. Y en Eibar el sueño se ve más cerca.

Los azulgrana hicieron suyo el partido desde el inicio. Sin complejos, con determinación. Creando superioridad en el medio campo e impidiendo que el Celta pudiera cocinar su juego habitual, penalizado además por la ausencia de su jugador más determinante, Iago Aspas.

Pronto llegaría la primera dosis de realidad para los gallegos, cuando a los 13 minutos el Eibar comenzó a materializar su superioridad. Un envío largo de Ramis sobre Sergi Enrich, que el delantero balear convirtió en una espléndida asistencia para la entrada al espacio de Kike García, quien encaró a Sergio y le batió por su izquierda.

Con el marcador a favor, el Eibar no permitió que el Celta pudiera reaccionar y persistió en su presión sobre los gallegos. En el 16’, Pedro León obligó a Sergio a intervenir para evitar el segundo. En el 31’, de nuevo León remataba desviado tras un peligroso centro de Bebé.

El Celta no dio señales de vida en ataque hasta el minuto 34’, cuando jugando temporalmente con diez -por la lesión de Rossi-, el Tucu Hernández probó fortuna desde la media distancia, sin encontrar portería.

Nada que inquietara a un Eibar que tenía claro su objetivo de sentenciar cuanto antes el partido. En el 38’ pudo hacerlo, al sorprender a los celestes con un rápido saque de banda, pero Sergio logró desviar con gran dificultad un obús que le lanzó Bebé y el rechace del meta no pudo aprovecharlo Sergi Enrich.

Un par de tímidos intentos desde fuera del área de Jozabed Señé en el final e inicio de ambas partes dieron esperanza a la afición local.

Pero el espejismo duró seis minutos, lo que tardó el Eibar tras el descanso para ampliar su ventaja con el 0-2. Bebé condujo el balón unos veinte metros, hasta cederlo en la izquierda a Luna, cuya asistencia hacia atrás la remató con calidad Pedró León al fondo de las mallas.

El Celta, con más orgullo que recursos, fue despertando tras el tiro que que Jozabed estrelló en la escuadra de la meta armera en el 54’.

La entrada de Aspas en el 67’ dio otro aire a los gallegos y el goleador celtiña dispuso de dos ocasiones antes de que, en el 84’, estrellase un libre directo en el larguero.

El último suspiro celeste llegó en el 87’, cuando Jozabed dejó solo a Beauvue ante Yoel. Pero el francés no dio con la puerta. Ni Berizzo con la tecla. Como tampoco el presidente del club, Carlos Mouriño, que concitó los únicos gritos que se escucharon en Balaídos y fueron de recriminación: "Mouriño, atiende, el Celta no se vende", grito la grada en señal de desaprovación por lo visto y oído.

Muy distinto fue lo del Eibar, que sigue firme en su sorpendente camino hacia Europa.