La Banda Sonora del Pep Team

Bruce Springsteen, 'Waitin'on A Sunny Day': Siguiendo al Boss

Guardiola se encomendó al Boss para motivar a sus jugadores y poner el cierre a la segunda Liga

Dídac Peyret

El 21 de abril de 1981 ocurrió algo mágico en el Palacio de los Deportes de Barcelona. Cuentan los que lo vivieron en sus carnes que todavía ahora les duelen los huesos con solo de pensarlo. El periodista Ignacio Julià se mostraba felizmente exhausto en la revista 'Vibraciones' por el espectáculo 24 horas después del espectáculo. “Han pasado ya más de veinticuatro horas y todavía me cuesta creerlo. Bruce Springsteen ha estado aquí, en Barcelona, y se ha llevado de calle los corazones hambrientos de todos los rockeros españoles. [...] La gente salió del Palacio de Deportes exhausta, terriblemente cansada y satisfecha.”. Aquella fue la primera actuación del Boss en Barcelona junto a la E Street Band, pero no fue un concierto corriente. Ahí se produjo aquel tipo de transferencia torrencial en la que público y músico se funden en una suerte de catarsis colectiva.

Recuerdan los ahí presentes que Springsteen se dejó la vida y el público salió con voz quebrada y músculos entumecidos. Solo los cánticos del público con las primera notas de 'The River' lograron paralizara al Jefe. “Nunca me hubiera imaginado que en un sitio tan lejos de mi casa conocerían así mis canciones”, tiró Springsteen tras un maratoniano concierto de tres horas. Loquillo inmortalizaría más tarde aquella noche con el tema `21 de abril de 1981¿ a modo de homenaje. “Ojala que vivas tiempos interesantes que borren los años perdidos junto a mí. Quiero que la fuerza te acompañe. Quiero que sonrías como aquel 21 de abril”, canta en rockero.

Desde entonces se mantiene el idilio entre el Boss y Barcelona. El de New Jersey suma cada año más adeptos. También en el vestuario del Barcelona. Xavi es uno de los jugadores que más suelen escucharlo y el single 'Waitin'on A Sunny Day' se escuchó en algunos de los videos motivacionales de Guardiola en la Liga de los 99 puntos. El estadounidense encaja perfectamente con el empuje de un Barcelona entusiasta, enérgico, nacido para correr.