MI VERDAD

El primer día que Mourinho dijo la verdad... a medias

Josep Maria Casanovas

'MOU' COGE EL FUSIL. La derrota ante el Getafe marca un antes y un después en las declaraciones de Mourinho. Estábamos acostumbrados a que cuando su equipo perdía repartía las críticas entre los demás, ya fueran árbitros, el calendario o los celos tremendos que tiene al Barça. Cualquier cosa menos reconocer la verdad. Su lengua afilada siempre acusaba a los otros como si él estuviera por encima del bien y del mal. Las cosas cambiaron el pasado domingo. Por primera vez dijo la verdad al reconocer que habían hecho un partido inaceptable y que merecieron la derrota. Acto seguido cogió el fusil y apuntó sin piedad a sus propios jugadores culpándoles de haber hecho un partido horrible. Menuda la gracia que le ha hecho a Casillas y compañía que su entrenador les deje a los pies de los caballos y él se lave las manos. Así es el técnico portugués, un tipo soberbio que cree que nunca se equivoca e incapaz de reconocer su parte de culpa en la derrota del pasado domingo, al ser incapaz de variar el planteamiento táctico sobre la marcha.

LOS PROBLEMAS OCULTOS. En cuatro años, Guardiola nunca tuvo una reacción así en el banquillo barcelonista. Todo lo contrario, cuando ganaban otorgaba todo el mérito a los jugadores y cuando perdían destacaba el comportamiento profesional de su equipo. Tener un entrenador que se pone medallas en las horas dulces y se sacude las pulgas cuando van mal dadas, no contribuye precisamente a que haya una buena relación entre el vestuario y el jefe. Esto es lo que pasa en el Real Madrid. El título de Liga tapó todos los problemas que hay en la plantilla. El divorcio entre los internacionales españoles y el clan portugués es un secreto a voces. Como también causa muchos agravios los aires de superioridad de Cristiano Ronaldo que parece tener bula para hacer lo que le venga en gana. Ganando, todo esto se supera. Comenzando la temporada con el pie cambiado, sumando un solo punto de seis en la Liga, Mourinho tiene deberes atrasados. O gana mañana miércoles la Supercopa o le van a crecer los enanos. Que el Barça pasee el primer trofeo de la temporada por el Bernabéu puede ser un mal trago para la afición madridista y un vaso de cicuta para el entrenador.

CORTINA DE HUMO DE FLORENTINO. La táctica no es nueva y se ha utilizado en muchos clubs cuando hay problemas. Para evitar que los ecos de la derrota de Getafe se agranden, nada mejor que una cortina de humo para que se hable de otra cosa. El Madrid, aprisa y corriendo, pagando el gusto y las ganas, presentó ayer a Modric para que Mourinho no se pueda quejar que no le han fichado todo lo que ha pedido. Modric es un buen jugador pero no para pagarlo a precio de Balón de Oro. Un capricho más del portugués que ya fichó para esta misma demarcación a Khedira, Özil y Sahin. Florentino está tan obsesionado en ganar como sea, que sigue fichando a bulto como si los cracks fueran garantía de éxito. El fracaso de Kaká o el desencanto de Özil confirma que un buen equipo no se hace de nombres. El contrapunto son los fichajes del Barça de este verano, se fue Keita y se ha buscado un jugador de características parecidas, Song. La larga ausencia de Abidal se ha cubierto con un seguro de vida como Jordi Alba. Es otra manera de fichar.