MI VERDAD

Messi, víctima de una persecución judicial terrible

El jugador del FC Barcelona Leo Messi

El jugador del FC Barcelona Leo Messi / sport

Josep Maria Casanovas

TRATO DISCRIMINATORIO. Messi es víctima de una persecución judicial que no tiene precedentes en España. No le pueden parar en los estadios, donde encadena títulos, y fuera le someten a un marcaje personal que le produce malestar e inquietud. El  primer contribuyente a Hacienda del país es perseguido como si fuera un forajido, un ladrón. En el último año ha pagado 56 millones a las arcas fiscales en concepto de IRPF, impagos y multas y, a pesar de ello, sigue estando imputado junto a su padre. Los poderes del Estado le van a sentar en el banquillo de los acusados por un fraude fiscal de 4,1 millones. Es un caso grave ya que otros jugadores que estaban en situaciones semejantes han conseguido llegar a pactos fiscales beneficiosos. Este proceso se inició en el año 2010 por infracciones cometidas entre el 2007/2009. Un pleito de estas características por una reclamación tributaria por la vía judicial puede durar hasta 15 años. Pero esto no es todo, paralelamente Messi tiene abierto otro problema judicial. La unidad antiblanqueo de capitales de la Guardia Civil (UCO) investiga los partidos amistosos organizados por Messi en Latinoamérica y el caso ya ha llegado a un Juzgado de Barcelona. Si Messi o su entorno no han hecho bien las cosas, es lógico que paguen. Lo que no parece normal es que sus problemas salgan a la luz cada vez que el Barça gana algún título como si fuera una represalia, que sea víctima de un trato discriminatorio.

UNA COPA MUY DESEADA. Mientras en España Messi es noticia por sus problemas judiciales, el jugador se encuentra en Chile ante el último reto de la temporada. Quiere ganar la Copa América como capitán de la selección argentina. Es su asignatura pendiente para tener un palmarés equiparable al de Pelé o Maradona, necesita ganar un título importante con su selección ya que hasta la fecha solo ha conquistado la medalla de oro de los Juegos Olímpicos. A los 27 años Leo tiene una madurez excepcional y, después de su extraordinaria temporada con el Barça, desea poner un broche de oro con la albiceleste levantando un título que Argentina no gana desde 1993. Anoche disputaron el primer partido contra Paraguay y todo hace suponer que podremos ver la final deseada, Brasil-Argentina, o lo que es lo mismo, Neymar contra Messi. Allá en Chile, lejos del ruido judicial que fuerzas ocultas siguen agitando en los juzgados españoles, Messi se va a centrar en lo que mejor sabe hacer, jugar al fútbol, dar espectáculo e intentar ganar con Argentina un título que nunca ha conseguido y ambiciona.