La economía del Barça no permite ahora renovaciones

TRES RENOVACIONES COMPLICADAS. El Barça tiene el mejor equipo del mundo pero también es el club que mejor paga a los jugadores. Hasta cierto punto es lógico que los que más ganan, sean los que más cobren. Pero esta coyuntura se está convirtiendo en un gran problema para la economía del club. Si los gastos -léase costes de la plantilla- suben más que los ingresos, será imposible cuadrar el presupuesto. La masa salarial del primer equipo está ya en los 420 millones de euros y con pocas perspectivas de poder detener la escalada. Ahora mismo hay tres jugadores en la sala de espera de las renovaciones: Neymar, Suárez y Busquets. Tres casos que se tienen que negociar de cara a la próxima temporada para evitar posibles fugas. El brasileño ha hecho méritos más que sobrados para convertirse en el segundo jugador del ranking salarial después de Messi. Nadie lo discute. Ahora es el séptimo mejor pagado aunque hay que tener en cuenta que cobró 40 millones por adelantado como prima de fichaje. El uruguayo también reivindica, de la mano de su capacidad goleadora, la actualización de su contrato. Firmó encantado hace dos años por ocho millones pero ahora se da cuenta de que hay seis jugadores que tienen mejores condiciones que él. El tercer caso abierto es Busquets. Aunque renovó hace muy poco, febrero del 2015, pero su cotización se ha revalorizado y varios clubs de la Premier le ofrecen mucho más de lo que gana en el Camp Nou.

EL PROBLEMA DE LOS NÚMEROS. El problema de la directiva de Bartomeu es que no puede estirar más el brazo que la manga. El último año la deuda neta ha subido a 328 millones y esta temporada puede haber otro desfase si el equipo lo gana todo ya que las primas por títulos desequilibrarían el presupuesto. Ante tal situación, no hay que descartar que el club se vea obligado a traspasar algún jugador como sucedió con Alexis y Cesc en el 2014 y con Pedro el pasado verano. No olvidemos que en la Asamblea se aprobó que la deuda no puede superar el ebitda multiplicado por dos, condición que ahora está lejos de cumplirse y que pone en riesgo el futuro de la junta. Para seguir teniendo la mejor plantilla del mundo es más obligado que nunca aumentar los ingresos y en este sentido es de vital importancia conseguir un patrocinador de la camiseta. Nadie podría entender que en una etapa deportiva tan brillante, los números económicos no cuadraran.