MI VERDAD

El Barça de siempre y el Barça del futuro

Messi es el mejor embajador que jamás ha tenido el club en el mundo y eso solo paga su contrato

Messi es el mejor embajador que jamás ha tenido el club en el mundo y eso solo paga su contrato / sport

Josep Maria Casanovas

UN BARÇA MUNDIAL. Vuelvo a mi cita diaria con todos ustedes, queridos lectores, después de un largo viaje por el sudeste asiático que me ha servido para dos cosas: reciclarme de lo nuevo que se desarrolla en la otra parte del mundo y darme cuenta de que aquí seguimos con las miserias y disputas de siempre. El pequeño Nicolás invade las portadas y el Barça es capaz de lo mejor y lo peor con una irregularidad preocupante. Cuando estás en el lejano Singapur te das cuenta de la fuerza imparable del binomio fútbol/televisión que arrasa en las audiencias. Allí el Barça es más conocido que España por extraño que parezca, mientras que Messi es el icono deportivo por excelencia. Cuando dices que eres de Barcelona te responden de inmediato con cara de satisfacción ¡¡Messi!! Allí nadie puede entender que aquí se cuestione al crack argentino que es el mejor embajador que jamás ha tenido el club en el mundo y eso solo paga su contrato. Por aquellas latitudes tiene más seguidores un partido del Barça o Madrid que la carrera de Fórmula 1 que proclamó campeón a Hamilton. Eso sí, hay que reconocer que el Manchester United nos lleva todavía ventaja y que la Premier inglesa eclipsa a la Liga española por tradición y horarios. El fútbol para los jóvenes se ha convertido en una especie de religión del siglo XXI ya que une a cristianos, musulmanes, hindúes y chinos por la misma pasión. Viajando por países emergentes que siguen creciendo con fuerza y que no conocen la crisis ni el paro, llegas a la conclusión de que el Barça puede hacer un buen negocio exportando ilusión y marca a cambio de contratos publicitarios ya que se ha convertido en un club global con millones de seguidores.

FÚTBOL Y MARKETING. Hay dos dimensiones del Barça claramente definidas. El Barça de siempre y el Barça del futuro. El més que un club se ha convertido de la mano de las nuevas tecnologías y las redes sociales en un club mundial. Y los dos son perfectamente compatibles. El Barça de aquí es pasión y sentimiento, amor y tradición. Los socios deben seguir siendo el motor del club en su condición de socios propietarios. El Camp Nou, renovado y puesto al día, será siempre la catedral del barcelonista, el templo sagrado donde se producen los milagros. El Barça de fuera es otra cosa, es prestigio, títulos y victorias. Nadie se aficiona a un club perdedor. Por eso es tan importante ganar, para mantenerse en la élite mundial. Para tener fuerza a la hora de negociar un mejor contrato con Nike. Para conseguir un gran patrocinador de las camisetas que sustituya al conflictivo Catar. Para seguir liderando audiencias televisivas. Una directiva con visión de futuro debe trabajar en dos direcciones. Potenciar el primer equipo, que es la gallina de los huevos de oro, y desarrollar el marketing internacional que permitirá asegurar el crecimiento económico del club en los próximos años.