Empieza el cambio, prohibido volver a equivocarse

TIEMPOS DE DECISIONES. Cuando un club como el Barça termina una temporada sin ganar un título es que ha fracasado. No hay más. Ningún objetivo conseguido. Perder la Copa, la Liga y caer en cuartos de la Champions practicando un juego irregular, un estilo indefinido y con muchas carencias físicas es una prueba de que las cosas no se han hecho bien. Podríamos ahora seguir indagando por qué no se fichó a un central, analizar el rendimiento de Neymar o discutir si Pinto está capacitado para ser el segundo portero del Barça, pero ahora lo que toca es exigir responsabilidades a los gestores deportivos y sobre todo, estar pendientes de lo que van a hacer a partir de ahora. Equivocarse una vez es grave pero hacerlo dos veces sería catastrófico. Ayer, el presidente Bartomeu aseguró que habrá cambios profundos. Veremos en qué se traducen sus palabras porque si vuelven a quedarse a mitad de camino, quizá el año que viene tengan que salir en globo. Hay que fichar y acertar, hay que saber vender y hay que dar las bajas acertadas pero no solo eso porque también hay que recuperar a Messi. El viernes se le mejoró su contrato pero su rendimiento está muy por debajo de lo que nos tiene acostumbrados. Esperemos que sea un bajón pasajero y que nada tenga que ver con el Mundial... Por cierto, al Tata le vino grande el Barça pero ha sido un señor hasta el último día.