ESTO ES LO QUE HAY

Un tridente de ¿cien goles?

A la pareja Neymar-Messi se unirá en los próximos días Luis Suárez

A la pareja Neymar-Messi se unirá en los próximos días Luis Suárez / sport

Joan Mª Batlle

¡Toma ya! El Barça va líder con un promedio goleador más que aceptable de 2,75 goles por partido, pero todo el mundo tenemos prisa por ver a Luis Suárez, por fin, con la camiseta blaugrana. El hecho de que el perdón le llegue el mismo día del partidazo del Bernabéu añade morbo a la cosa, pero la verdad es que esperamos mucho del goleador uruguayo. Ya sea porque el Madrid se sale en cuanto a eficacia goleadora, ya porque cada partido deja la sensación de que se podían haber marcado más goles, lo cierto es que vemos a Suárez como la guinda de un grandísimo tridente.

La verdad es que solo con nombrarles impresiona. Messi, Suárez y Neymar... ¡Toma ya! Y sobre todo, los sueños se disparan al constatar que Neymar ha marcado ocho goles en Liga, uno por partido, y Messi, siete. Es decir, que Ney ya está en números de Leo. Y que si extrapolamos estos promedios, el brasileño llegaría a 38 goles al final del campeonato y el argentino, a 33. Esto suma 71 goles, con lo que no sería descabellado pensar en 29 de Suárez para redondear la cifra mágica de cien.

Vale, ya sé que es un poco el cuento de la lechera, que no contemplo lesiones, rotaciones o el lógico descenso de la eficacia goleadora cuando se acumulan Copa y Champions en sus fases decisivas. Pero, bueno, sirva este sueño como reflejo de la grandeza que le pronostico a este tridente. Aquí hay una cosa clarísima: Neymar está creciendo a pasos agigantados, Messi sigue siendo muy amigo del gol y Suárez es un killer acreditado. Para mí, ha de ser el mejor tridente de la historia del Barça, por encima de Eto'o (30), Villa (28), Messi (23) del 2008-09; de Messi (34), Villa (21), Ibra (16) del 2009-10 o el del récord de los 50 goles de Messi que no se vio acompañado por Alexis (11) y Xavi (10) en el 2011-12. Ahora, los tres son cracks, los tres son goleadores y los tres están en la plenitud de sus carreras.