ESTO ES LO QUE HAY DESDE UCRANIA

Cesc, Pedro y la cara de Cristiano

Joan Mª Batlle

Justicia. Las cámaras de televisión captaron la imagen de Cristiano Ronaldo mascullando repetidas veces la palabra “injusticia”. “Injusticia, injusticia” se le leía en los labios mientras los jugadores españoles, esta vez, sí se abrazaban locos de alegría tras el último penalty transformado por Cesc. Pues bien, CR7 estaba, de nuevo, equivocado. Si algo hubo en el desenlance de infarto de la semifinal fue justicia. Justicia al fútbol y al único equipo que quiso jugarlo con nobleza. Cierto que la selección española adolece de profundidad y remate, que no es la del Mundial del 2010 o la Eurocopa del 2008 en el aspecto atacante, pero conserva los valores que la han hecho tan grande, sobre todo el buen trato al balón.

Que Cristiano Ronaldo, precisamente él, hable de injusticia suena hasta a insulto. ¿Qué ocasiones tuvo Portugal? Una en el último minuto y la marró él. Como las tres faltas que lanzó sin encontrar portería. Lo demás que aportó la selección portuguesa fue dureza, protestas, marrullerías y presiones al árbitro. En algunas fases del partido vi el libreto de Mourinho en el banquillo de Portugal.

La Roja espera a Alemania o a Italia en la final que la puede coronar como la mejor selección de la historia del fútbol. La triple corona sería lo más grande conseguido por una misma generación de futbolistas. Y la proeza está ahí, a noventa o a ciento veinte minutos. Suceda lo que suceda el domingo en Kiev, creo sinceramente que el fútbol, en el sentido más amplio de la palabra, deporte, valores, ejemplo para la sociedad, les ha de estar agradecido.

Un rápido análisis del partido de ayer me obliga a frenar la euforia que pueda haber entre los aficionados.Alemania parece más fuerte físicamente y de Italia me no me fío después del primer partido. Y al equipo le falta remate, está claro. Ayer Del Bosque lo probó de todas las maneras y la que mejor le salió fue la última, la inclusión de Pedro, que salió demasiado tarde. En los últimos partidos de una temporada larguísima, los que están más frescos físicamente son los que marcan diferencias. La mejor versión de España la vimos en la prórroga. Ni cansancio ni puñetas. Pedro abrió la defensa portuguesa y llegaron las ocasiones. Lo de Negredo titular en punta significó perder control para buscar más remate, pero no funcionó. Luego, con Cesc se recuperó el estilo. Por cierto, qué grande Cesc pedirse el último penalti. Eso es personalidad, pero Pedro... Pedro ha de jugar, Vicente.