REPORTAJE SPORT

Inglaterra, un título en entredicho

La 'Mano de Dios' de Maradona’ fue un castigo. Así lo recogieron varios medios alemanes en 1986, al recordar la final del Mundial de veinte años antes, cuando Inglaterra derrotó a la RFA gracias a un gol que en realidad no fue. La sombra de Hurst...

Este es el polémico gol que nunca debió subir al marcador, pero que valió por un Mundial

Este es el polémico gol que nunca debió subir al marcador, pero que valió por un Mundial / sport

Jordi Blanco

No fue gol. Y esa imagen ha acompañado por siempre la historia de aquel Mundial. Hoy se cumplen 50 años años del único título Mundial de Inglaterra. Un trofeo que en Alemania siguen considerando injusto.

De aquello hace medio siglo. A la vista de los resultados se diría que una eternidad... “Inglaterra es esa selección cuyos jugadores creen que podrían jugar en cualquier grande y no son capaces de desmostrar que serían capaces de hacerlo en un equipo cualquiera”. La frase es de un periodista británico abrumado tras la derrota frente a Islandia en la Eurocopa de Francia. El último fiasco…

Inglaterra, sí, acude a cualquier Eurocopa o Mundial con una plantilla que vende ilusión para despedirse habitualmente con pesar. Los lloros de Gascoigne en el Mundial de 1990, los penalties en la Eurocopa de 1996… Y un presente tan sombrío que provoca que mirar al pasado se convierta en un ejercicio repetido.

Hoy de forma especial, por cuanto se cumple este medio siglo del único éxito de los Pross, cuando conquistaron en Wembley el título Mundial tras una final tan legendaria como polémica frente a Alemania. La conocida en ese tiempo como Occidental o Federal.

Primera en su grupo de clasificación, la Inglaterra de Alf Ramsey eliminó con un gol de Hurst a Argentina en cuartos de final y con un doblete de Bobby Charlton a Portugal en semifinales. Así se plantó en la final de ‘su campeonato’, donde la esperaba Alemania Federal.

El equipo germano pasó también como primero en la fase de grupos, encuadrado en el 2, por delante de Argentina y dejando en la calle a España, a la que derrotó (remontando el inicial gol de Fusté) antes de arrasar (4-0) a Uruguay en cuartos e imponerse con más simpleza de lo que mostró el marcador (2-1) a la Unión Soviética en semifinales.

Y el 30 de julio, 19 días después de la inauguración, Wembley acogió la gran final entre ingleses y alemanes.

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Helmut Haller, delantero alemán que triunfaba en el Bolonia, silenció Wembley apenas pasados diez minutos avanzando a los germanos y Geoff Hurst, protagonista especial de aquel torneo, igualó poco después.

El 1-1 se mantuvo hasta que en el minuto 78 anotó Peters y cuando Wembley celebraba el título apareció Wolfgang Weber, un zaguero que sería legendario en el Colonia, para volver a empatar.

Si todas las finales tienen su leyenda, la de 1966 guarda ese disparo de Hurst en el primer plano. Remató un centro de Alan Ball, el balón se estrelló en el travesaño y botó... ¿dentro? ¿fuera? Ante la duda el suizo Gottfried Dienst barrió para casa y concedió el gol, el 3-2 que los alemanes, con Beckenbauer, Overath o Seeler al frente protestaron amargamente.

Se dio el gol y Alemania Federal volvió a remar contra corriente... Pero esta vez ya sin suerte. En el último suspiro el delantero del West Ham anotó el 4-2 para cerrar la final con un hat-trick.

Y así Inglaterra se proclamó campeona del Mundo. Nunca más volería a lograr un gran título. Algunos dijeron que siguen pagando la injusticia de aquel del que hoy se cumple medio siglo.