Jóvenes con talento que se quedaron por el camino

Renato Sanches, centrocampista fichado por el Bayern Múnich el pasado verano tras despuntar en el Benfica, recogió el pasado lunes el Trofeo Golden Boy que el rotativo italiano 'Tuttosport' concede al mejor jugador europeo menor de 21 años.

La elección de Renato Sanches admite poca discusión y ahora el portugués debe dar continuidad sobre los terrenos de juego a su incuestionable talento. No todos los futbolistas que han destacado de jóvenes han respondido después a las expectativas creadas. Veamos algunos ejemplos.

RAFAEL VAN DER VAART

La primera edición del 'Golden Boy', en 2003, recayó en Rafael van der Vaart, un talentoso centrocampista holandés que despuntó en el Ajax y explotó en el Hamburgo. Pero ahí acabó su magia y empezó su declive. Pasó sin pena ni gloria por el Real Madrid, deambuló en el Betis y ahora juega en Dinamarca, muy lejos del foco mediático.

ANDERSON

Es probablemente el caso más destacado de promesa que se queda por el camino. Anderson Luiz de Abreu Oliveira, vencedor del Golden Boy en 2008, empezó en el Gremio, destacó en el Benfica y el Manchester United pagó por él 25 millones de euros. Su primera temporada en Old Trafford fue buena, pero después entró en un bache que reflejan sus números. El delantero brasileño jugó en el United 32 partidos en cinco temporadas, anotando tan solo tres goles. Fue cedido a la Fiorentina y ahora está en el Internacional de Porto Alegre.

ALEXANDRE PATO

Designado en 2009 mejor jugador menor de 21 años, muchos apostaron a que el brasileño Pato marcaría una etapa en el Milan. Nada más lejos de la realidad. Sus espectaculares primeros pasos carecieron de continuidad, Pato regresó a Brasil, jugó media temporada cedido en el Chelsea y ahora vuelve a asomar la cabeza, a sus 27 años, en las filas del Villarreal.

ISCO

No ha fracasado pero tampoco está llegando al nivel que apuntaba. El centrocampista recibió el Golden Boy en su edición de 2012 fruto de su excelente labor en el Málaga. Al presidente Florentino Pérez le dio en aquel verano por españolizar la plantilla del Real Madrid y abonó 30 millones de euros al Málaga. Isco estaba llamado a liderar el Real Madrid y un sector mediático también le quería otorgar el timón de la selección española. Cuatro años después, el centrocampista no ha logrado la titularidad en ninguna de las dos escuadras citadas.