Grupo B: Gales-Eslovaquia

Bale y Robson Kanu dan a Gales un triunfo histórico

Bale abrió el marcador de falta, Eslovaquia reaccionó con bravura y Robson Kanu provocó el delirio galés con el tanto de la victoria a nueve minutos del final

Josep Bosch

Los 24.000 aficionados de Gales que se dieron cita en el estadio Matmut Atlantique de Burdeos enloquecieron cuando Robson Kanu anotó el 2-1 a nueve minutos del final. El delantero del Reading firmaba la primera victoria de la selección galesa en una gran cita... 58 años después.

No fue un partido cómodo ni mucho menos para el equipo que dirige Chris Coleman. Pese a que su indiscutible estrella, Gareth Bale, abrió el marcador en un lanzamiento de falta que contó con la colaboración del portero eslovaco KozacikEslovaquia tardó en reaccionar pero cuando lo hizo, ya en el segundo tiempo, no solo empató sino que tras el momentáneo 1-1 se creció hasta mostrarse superior, aunque la entrada al terreno de juego de Robson Kanu resultó providencial y determinante.

Cuando el partido se encontraba en una fase inicial de tanteo, con ambos equipos adoptando muchas precauciones, Gareth Bale abrió el marcador en el lanzamiento de una falta. El madridista superó la barrera y su disparo bastante centrado encontró muy poca oposición en el portero Kozacik, que no pudo enmendar un paso en falso.

Delirio en las gradas pero mucho partido por delante. El tanto provocó prisas y muchas imprecisiones en Eslovaquia y serenidad y control en Gales, que no tuvo ninguna dificultad en neutralizar los inofensivos ataques del rival.

Ya en el segundo tiempo, Bale cabeceó flojo a las manos de Kozacik. Viendo que su equipo no reaccionaba, el seleccionador eslovaco Jan Kozak moviò el banquillo y la apuesta le salió redonda, excepto en el tramo final. Dio entrada a Nemec y Duda de forma consecutiva y el primer balón que tocó Duda acabó en el fondo de la portería galesa.

Tras el empate Eslovaquia se creció ante un rival 'groggy'. No dispuso de claras ocasiones, pero la superioridad era nítida. Si los cambios dieron otro aire a Eslovaquia, los de Gales fueron determinantes, en especial la entrada de Robson Kanu, que no solo protagonizó infinidad de acciones caracterizadas por la verticalidad sino que marcó el 2-1 en el minuto 81.

En el tramo final, Eslovaquia arriesgó todo lo que pudo y acarició el empate en un cabezazo de Nemec pero el poste repelió el esférico, dando paso al éxtasis de los galeses, superiores en el marcador y, de forma mucho más nítida, en las gradas.