OPINIÓN EXPRÉS

Una nueva palabra llamada 'competencia'

En San Mamés brilló más que nunca la denominada 'clase media'

Ivan Rakitic sentenció el partido de San Mamés

Ivan Rakitic sentenció el partido de San Mamés / sport

Ernest Folch

Gran noticia: el Barça incorpora una nueva palabra en su diccionario llamada “competencia”. No es ninguna casualidad que en San Mamés brillara como nunca la denominada clase media, y despuntaran nombres como Sergi RobertoRakiticArda Umtiti. Pocos campos tan exigentes como la legendaria Catedral para pasar un test de rendimiento, que superaron con un Excelente futbolistas que pertenecen a esta categoría difusa a la que llamamos fondo de armario.

El Barça realizó un gran partido, pero más valor que haber superado uno de los desplazamientos más difíciles de la Liga es sin duda el descubrimiento de que, ahora sí, tiene pinta de tener una plantilla mucho más larga que aquel famoso once de gala que recitábamos de memoria la temporada pasada. El brillante partido de ayer de los actores en principo secundarios de la plantilla no es fruto del azar sino de una acertada autocrítica que realizó el club entero a finales de la temporada pasada. Curioso, porque los que a finales de la temporada pasada criticaban con razón el escaso margen de maniobra que tenía Luis Enrique para cambiar jugadores eran casi vilipendiados: ya se sabe que en el Barça a los críticos sólo se les da la razón en diferido.

Más allá de las particularidades del entorno, lo importante es que el cuerpo técnico ha movido ficha, y ha hecho algo que es fácil de decir pero difícil de hacer: ha salido de su propio esquema, y ha introducido por fin una competencia real en muchas posiciones clave de la plantilla. Toda regla tiene su excepción, y en este caso es Ter Stegen, que a partir de ahora vivirá mejor y menos amenazado, y como se vio ayer, no parece que vaya a afectarle: ni siquiera un clamoroso error inicial empañó su excelente actuación.

EL RUGIDO DE SAN MAMÉS. Los triunfos en San Mamés no caen nunca del cielo: hay que pelearlos hasta la extenuación. Tras una primera parte excepcional del Barça, el Athletic decidió morir de pie, fiel a su historia y a un campo legendario, que no precisa de gradas de animación para acudir al rescate de su equipo. Cuando La Catedral ruge produce un sonido estremecedor que viene del fondo del tiempo, un aullido que por momentos parecía que podía llegar a igualar el tanto mágico del Barça. Al final se impuso el talento, como debe ser.