Palabra de director

El partido inventado de Mestalla

Los jugadores del Barça tras el lanzamiento de la botella en la recta final del partido en Mestalla contra el Valencia

Los jugadores del Barça tras el lanzamiento de la botella en la recta final del partido en Mestalla contra el Valencia / sport

Ernest Folch

Sabíamos que la historia se reescribía. Lo que no sabíamos es que también los partidos se volvían a explicar a la carta. Y es que cuatro días después de Mestalla podemos afirmar ya sin equivocarnos que el encuentro que hoy se sigue jugando en determinados medios ya no tiene nada que ver con el que en realidad se disputó el sábado. Ahora mismo, en el Valencia-Barça los únicos provocadores fueron los azulgrana, los únicos errores arbitrales fueron en contra del Valencia y el villano del momento es por supuesto Neymar: quizás para demostrar aquello que la política no debe mezclarse con el deporte, hasta el mismo presidente de la Generalitat Valenciana ha salido a decir  que “no es digno de un deportista” lo que hizo el brasileño en Valencia. Javier Tebas se sumó a la fiesta afirmando que “a mi me daría vergüenza fingir”, es decir, que estamos a un paso ya no sólo de justificar el botellazo sino incluso de ¡negarlo! Al ritmo en el que se suceden los acontecimientos es probable que mañana Iniesta sea ya el culpable de la entrada de Enzo Pérez, por cierto la acción clave de la noche, que no fue ni sancionada con tarjeta amarilla, pero que curiosamente ya ha desaparecido de todas las crónicas contrareformistas. Incluso ha habido titulares cómicos del estilo de “Seis azulgranas en busca de un botellazo”, es decir, que desengáñense, es el Barça en bloque el que en realidad fue a buscar ser agredido. Evidentemente nada tuvo que ver ni nada se comenta del recibimiento tan delicado que se brindó a Paco Alcácer, por supuesto también culpable de que le insultaran y lo vejaran en público. Incluso es posible que el equipo que salió del campo con un jugador lesionado grave y con el impacto de varios botellazos y otros objetos debidamente no difundidos tenga que salir a pedir perdón por celebrar los goles y hasta por jugar bien al fútbol. Visto lo visto, no es descartable que esta orgía  periodística termine con Neymar sancionado y Mestalla sin cerrar. Curiosamente, el partido de Valencia se reescribe en Madrid, donde los ‘think tanks’ de última generación se apresuran a buscar argumentos para negar la victoria del Barça en Valencia, es decir, para negar simplemente su hegemonia futbolística y todo lo que la confirme, incluída la superioridad de Messi sobre Cristiano. Cuando la realidad no casa con las fantasías, solo queda el negacionismo. Es decir, cuando los partidos no se ganan en el campo, sólo queda intentar ganarlos fuera de él.