SOBRE EL TERRENO

¿De verdad va a terminar ganando Víctor Valdés?

Emilio Pérez de Rozas

LLÁMEME idiota, pero tengo la sensación de que algunas "vacas sagradas" le están echando un pulso al Barça, al club. De ahí que piense que, un día u otro, alguien del club, ignoro quién, cuanto más arriba, mejor, tendrá que dar explicaciones para cerrar muchas bocas y abrirle los ojos a los socios.

No es normal, lo siento, que Víctor Valdés le eche un pulso al Barça y pretenda ganarlo. Al Barça no debería chulearle nadie y menos un jugador que tiene contrato en vigor, se niega a renovar, la entidad le pide que no lo diga (para facilitar su salida y encontrarle relevo en silencio) y él va y lo larga. Y, luego, se hace el sueco. Ni se atreve a hablar y, por los pasos que está dando el club (silencio total y mimos del presidente, que igual está tentado de pactar), hasta parece que el portero se esté saliendo con la suya. Hay miles de culés ansiosos de que Valdés se vaya. Los mismos que creen que si él le ha dado mucho al club, más le ha dado el Barça a él. Y hasta los hay que piden que no vuelva a vestir la camiseta azulgrana. Los mismos que piden que compre su libertad, pague, y se vaya a “conocer nuevas culturas”. Sigo. No sé en qué círculos se moverá usted. Los míos están que trinan porque Mascherano (modelo a seguir y que ya merece ser capitán del Barça) se pasó meses siendo suplente tras renunciar a varios millones por vestir de azulgrana y jamás abrió la boca y el gran capitán Puyol decidió operarse al día siguiente de ser reserva. Vaya. Y Busquets, que parece estar haciendo la pretemporada para jugar la Copa Confederaciones, cuando igual tiene que operarse, en septiembre, de su pubalgia. Pues ¿por qué no se opera ahora? O Xavi, que dice que este equipo necesita pocos retoques. Como dijo Piqué. Puede que teman que la titularidad se ponga más cara.

Insisto, yo creo que alguien del club debería hablar de todo esto. Y más. De Abidal. Y de Villa. Y hasta decir que no es necesario que Messi juegue siempre. Pero me temo que nadie se atreverá a ponerle ese cascabel al gato. Y menos este presidente. No quiere ni un rasguño.