SOBRE EL TERRENO

El cinismo de Blatter rompe récords

Blatter seguirá al frente de la FIFA

Blatter seguirá al frente de la FIFA / sport

Emilio Pérez de Rozas

Quedamos hace tiempo que yo siempre les entendía. Y quedamos que ustedes, de vez en cuando, serían comprensivos conmigo. Han llegado a esta última página (los hay, dicen, que empiezan los diarios por la última, no sé) y habrán tenido, seguro, su buena dosis de final copera, así que igual descansamos un poco del partido de hoy aunque, la verdad, me preocupa seriamente que el Camp Nou estará, dicen, más cerca del mejor San Mamés que del teatro de los sueños culés. Por aficionados, digo. Me temo que en el campo, pese a todo el ruido que oigo, habrá una enorme igualdad. Los 'leones' nunca han dejado de rugir. Nunca, ni dirigidos por una 'hormiguita'.

De lo que les quería escribir hoy es de esa vergüenza tan enorme (y no ha pasado nada; mayor rubor y sonrojo aún) que ha supuesto ver como la justicia norteamericana ha detenido a un montón de dirigentes de la FIFA, muchos, todos, muy próximos, amigos, colegas, camaradas y camarilla del suizo Joseph Blatter y el tipo, no solo no paró su reelección, no solo dice que no sabe nada, no solo comenta que hay que mirar hacia delante, sino que, encima, se sorprende.

No, no, idiotas no somos. ¿Ustedes creen que se puede detener a todo un vicepresidente, a casi una decena de miembros del Comité Elecutivo de la FIFA, acusarles de llevarse, en comisiones y sobornos, 150 millones de dólares, y que el tipo que los dirige, preside y manda, el que está en la cima de la pirámide, se vaya de rositas y diga que no sabe nada? No, hombre, no, que no somos tontos, aunque lo parezcamos. Claro que hemos visto más de un presidente de gobierno hacer ese papel y decir que, si lo hicieron los suyos, fue a sus espaldas. Ya.

Pero les voy a decir algo peor. Bueno, peor, imposible. Esos tipos, ese presidente y buena parte de sus colegas, son los que nos pretenden dar lecciones de cómo hacer las cosas y casi, casi, sancionan al Barça (y otros que vendrán) por explotación infantil. ¿De verdad esos presuntos delincuentes pueden darnos lecciones y sancionar a alguien? Pues lo hacen y siguen en Suiza donde, al parecer, todo está permitido, pues han tenido que ser los 'navy' de la justicia los que les han echado mano.