Iniesta reapareció y el Barça se hizo con el control

Toni Frieros

Toni Frieros

Era casi un tema de Estado. ¿Jugaría Iniesta el clásico desde el inicio? Casi todas las apuestas y quinielas decían que sí, porque se esperaba a Andrés como agua de mayo. Sin embargo, Luis Enrique prefirió que el manchego jugara solo los últimos treinta minutos. Sin duda, porque sabía el técnico asturiano que sería un partido muy intenso, muy físico, de mucho recorrido y prefería tener a Iniesta en los últimos minutos para darle al encuentro el control y la pausa necesarias.

Iniesta entró en el terreno de juego justo después de que Luis Suárez marcara el primer gol. Como si hubiera hecho a propósito ese cambio de Andrés por Ivan Rakitic. Después del gol, control y pausa, dominio del balón. Iniesta tomó la capitanía y se colocó, como siempre, en la zona izquierda del centro del campo. Andrés Gómes se fue a la derecha, donde había estado Rakitic

Le costó muy poco a Andrés entrar en juego y demostrar su jerarquía. A los pocos minuto de su ingreso ya provocó un saque de esquina con un disparo que salió lamiendo el palo de la portería de Keylor Navas. Con él, los azulgranas empezaron a combinar más y mejor. Y de esa combinación legó una de las ocasiones de gol más claras que tuvo el Barça. Pasados los ochenta minutos, Iniesta hizo un gran pase interior a Messi que dejó al argentino en clara posición de disparo. Salió fuera por muy poco.