Noche de trámite para el Atlético en el Calderón

Ganador en Leverkusen por 2-4, el Atlético de Madrid disfrutará esta noche de una suerte de trámite frente a un Bayer al que hace dos años (se cumplirán el miércoles) eliminó después de una dramática eliminatoria que no se decidió hasta el último de los lanzamientos de la tanda de penalties, cuando el de Stefan Kiessling (suplente aquella noche y hoy sancionado) se marchó por arriba de la portería de Jan Oblak.

La pasión de aquel 17 de marzo de 2015 no se presume ahora, por más que el Bayer de Tayfun Korkut llegará al Calderón acompañado de unos cuatro mil aficionados y que el entrenador turco (de origen alemán) proclame su confianza en un milagro considerado poco menos que utópico.

La remontada del Camp Nou se ha convertido en el ejemplo más utilizado durante los últimos días y en varios escenarios. Si el Porto mira al Camp Nou ante su visita imposible a la Juventus, el Bayer lo hace con el Calderón como escenario de su propio desafío. Y, también, echando mano de sus propios recuerdos, con la conquista de una Copa de la UEFA (en 1988 y frente al Espanyol) por la que nadie podía apostar después de perder por 3-0 en Barcelona.

Este Bayer Leverkusen ofrece, sin embargo, una confianza mucho más limitada de la que pudo tener aquel de hace casi tres décadas o de la que mostró el Barça hace una semana.

Tres derrotas y un empate en sus últimos cuatro partidos oficiales provocaron el despido de Roger Schmidt hace diez días y el ambiente alrededor de un club que transita en tierra de nadie por la Bundesliga no es precisamente el mejor.

Favorito

Ante ello, el Atlético se sabe tan favorito como obligado. Aparcando las dudas que ha podido mostrar en una Liga de cuya lucha está virtualmente eliminado, el equipo del Cholo Simeone ha mostrado una imagen casi inmaculada en la Champions y acude a la definición frente al Bayer con todas las expectativas a su favor.

Sin olvidar que en noviembre el Real Madrid le pasó por encima con un durísimo 0-3, habría que remontarse a abril de 2012 para encontrar otro resultado que le eliminase (1-4 ante el mismo Real), lo que le favorece de manera absoluta en todos los pronósticos de cara a un partido con todos los motivos para sentirse optimista.

La dureza llegará, se supone, a partir de los cuartos de final.