Barei: "Ir a Eurovisión ya es como ganar la Champions"

Barei, ¿Bárbara Reyzábal?

No, entonces sería con ‘y’ al final. 

Sí, es verdad...

Mis amigos, para abreviar, me llamaban ‘barbie’. He jugado con esas letras hasta llegar a Barei.

¿Desde siempre?

Desde 2010. Antes era Bárbara.

¿Ganar Eurovisión sería como levantar la Champions League?

Participar ya es para mí ganar la Liga y la Champions League. 

¡Eso es ser positiva!

Si mi actuación gusta y emociona a la gente, si transmite, para mí ya será como haber vencido.

¿Qué le decepcionaría?

Si quedo en un buen puesto, pero la actuación resulta fría, muy pensada, sentiré como si hubiera quedado última.

¿Qué significa tomar parte en este concurso tan histórico?

¡Imagínese! Yo era ‘Eurofan’ desde pequeña. En casa lo veíamos siempre en familia. 

¿Por qué se presentó?

Una persona de mi equipo envió la solicitud y mi dossier. TVE me llamó y me dijeron que les gustaba mi voz, mi música y mi proyecto musical. Mandamos cuatro canciones y de esas cuatro eligieron dos. ‘Say Yay’ no existía.

¿No? ¿Y eso?

No me convencía ninguna de las dos para una oportunidad tan grande como es Eurovisión. 

¿Entonces?

Con Rubén Villanueva decidimos hacer una canción nueva. Y salió ‘Say Yay’. La hicimos en un mes y medio. 

¿De pequeña quería ser cantante?

¡Sí! Con tres años ya canturreaba y bailaba. En casa escuchábamos todo tipo de música.

¿Se preparó?

A los 14 años mi madre, que cantaba y canta muy bien, me cogió por banda  y me dijo: “Esto ya no es cantar rancheras conmigo. Veo que te gusta, que te hace feliz, que tienes aptitudes. Te voy a apoyar en todo, pero te tienes que poner a estudiar”.

Y se puso.

Lenguaje musical, guitarra, piano y canto. De adolescente me quedaba afónica porque no tenía las cuerdas vocales entrenadas. 

En 2001 quedó segunda en el Festival de Benidorm.

Tenía 18 años. Eso hizo que creyeran más en mi quienes me rodeaban. Me ha costado 15 años llegar donde estoy ahora, pero creo que tampoco tenía que haberme llegado antes esta oportunidad.

Eso se llama humildad.

He cantado en salas muy pequeñas, a veces ante diez personas. He tenido que picar mucha piedra.

¿Pensó en dejarlo?

Muchas veces, sí.

¿Le frustra que no se le conociera más y mejor?

No, pero es verdad que hay mucha gente que no me conoce, cuando llevo 15 años cantando. Ha sido ahora cuando ha empezado a escucharse lo que hago.

Fenómeno curioso...

No se escuchaba porque no se ponía en la radio, no existía. 

¿Por qué?

Porque era artista independiente, no tenía sello discográfico. 

¿Justo?

No, no me parecía justo, pero... ‘Say Yay’ ha sido número uno en España en la lista de Spotify y la 21 en la global mundial. 

Rasgos de su voz.

Enérgica, como mi persona. Extremista, con momentos dulces y puntos desgarradores. 

Será la primera vez en la historia que España cantará en inglés.

Lo sé. Es una cuestión de sonoridad. La música es sonido. La dicción de cada idioma suena distinta, las vocales, las consonantes. No hago filología, hago musica, y soy fiel a mi estilo y al sonido que quiero buscar. A mí me ha elegido el público español democráticamente.

Sé que es muy deportista.

Sí, me encanta correr y nadar. Necesito fondo para respirar mejor. 

¿Su hobby?

Submarinismo, bucear. Lo hago desde hace tres años. Le tengo miedo, pero a mi me gusta enfrentarme a esos miedos, porque me ayudan a crecer. 

¿Como espectadora, qué ve?

La gimnasia rítmica y deportiva y el patinaje artístico.

¿Sigue a algún deportista?

Admiro a Gasol, muy solidario y empático. Y soy muy de Marc Márquez. Un chico valiente my muy simpático. A todo lo que hace y dice le pone una sonrisa. 

Él también dice ‘Say Yay’....