Sexto sentido

¿Mou, quedamos hoy a las 20.40?

Carme Barceló

Querido José: no sé si aceptarás esta cita a ciegas que te propongo pero conste que lo hago con la mejor de las intenciones. De entrada, te ajusto la hora porque el otro día creo que no la afinaste bien. No quiero pensar, Dios me libre, que hicieras a posta lo de citar a tu gente cuando en la grada eran tres y el de la trompeta. Prefiero creer que te confundiste y que era un partido de Copa del Rey. Por el horario, digo. Este extraño baño de masas que te marcaste me impactó y es por ello que te cito hoy a las 20.40 más que nada para no sentirme sola en el Bernabeu y hacer la ópera bufa al completo. Este puntito histriónico que tienes me gusta, para qué te voy a engañar. Y a tu `yihad mourinhista¿, aún más. La tienes loca por tus huesos y deshuesan a todo el que no te rinde pleitesía. Estarán todos. No creo que falte ninguno. Y sino, siempre les quedará Twitter.

Yo llegaré justita porque antes quiero escuchar la rueda de prensa de Tito. O Pito. O como se llame. Te lo escribo de la misma forma que te dirigiste a él la primera vez que hablaste de tu compañero de profesión y poco después de meterle el dedo en el ojo. Por si te falla la memoria, es el técnico que ha realizado el arranque de Liga más brutal de la historia, entrena al equipo que supera en 11 puntos al tuyo, sus jugadores nos regalan un futbol de babero mientras los tuyos aburren a las ovejas y es un señor que lo de la cantera lo lleva dentro y los colores, también. Quiero escucharle porque me da a mí que el miércoles, ante el Benfica, igual volvemos a ver a chavales de La Masia u otro `once¿ de jugadores de casa. Voy a intentar no retrasarme porque quiero ver la entrada de Florentino Pérez en el palco y su cara de circunstancias ante las ídem. Aquí, el presidente Rosell habla poco, trabaja mucho y acierta con la apuesta de Tito, aunque pocos se lo reconozcan o lo recuerden. En fin, José, que a las 20.40 te espero en el Bernabéu y si eso nos tomamos algo. Y me cuentas tus estrategias. Las del césped y las de tu ego. Hasta luego.