FC BARCELONA

Todos los galones para Luis Enrique

Luis Enrique quiso sentar las bases de futuro antes de aceptar la oferta de renovación de Bartomeu, pese a que había decidido seguir mucho antes

Luis Enrique Martínez, entrenador del FC Barcelona

Luis Enrique Martínez, entrenador del FC Barcelona / sport

Lluís Miguelsanz

El Barça está en pleno periodo electoral y su estructura deportiva sigue en el aire a la espera de que el nuevo presidente coja las riendas del club y tome las decisiones pertinentes. La mayoría de candidatos han presentado nuevos directores deportivos, aunque Josep Maria Bartomeu ha querido guardar silencio sobre la figura que debe suplir a Andoni Zubizarreta en los próximos años. Y no lo ha hecho porque en el Barça actual están convencidos de que Luis Enrique puede y debe jugar un papel decisivo en esta nueva estructura. La idea es darle todo el poder deportivo, que sea el técnico el que tome todas las decisiones importantes y montar a su alrededor una potente estructura de técnicos y ojeadores que hagan el trabajo de campo. La experiencia ha salido bien este verano y puede tener continuidad.

Bartomeu se marcó un tanto renovando a Luis Enrique en las horas previas a la convocatoria de elecciones, aunque las conversaciones entre ambos comenzaron mucho tiempo atrás. A pesar de que Luis Enrique jugó al despiste durante muchos meses, el técnico ya había decidido continuar mucho tiempo antes de acabar la temporada. Eso sí, el asturiano quiso sentar las bases de futuro y pidió tener el máximo de poder en cuestión de planificación. Actuar como un mánager al estilo inglés respaldado por los técnicos afines de la casa y los ejecutivos.

Y es que Luis Enrique lo pasó mal en las semanas posteriores a la destitución de Zubizarreta. El Barça echó a sus grandes valedores abriendo la puerta también a Narcís Julià y Albert Valentín. Confiaba ciegamente en su trabajo y lo fue repitiendo semana tras semana en sus comparecencias públicas. Había feeling con Zubizarreta y, además, el ex portero le servía al técnico como parapeto ante el entorno para esquivar todas las cuestiones polémicas. Se quedó muy solo y expuesto ante la opinión pública y nunca confió en la famosa comisión técnica ideada por Bartomeu con los fichajes de Ariedo Braida y Carles Rexach.

Luis Enrique le expresó a Bartomeu sus inquietudes y pidió un cambio importante en la forma interna de trabajar. Tanto es así, que el técnico se negó a participar en las reuniones de la comisión técnica y el propio Ariedo Braida expresó su indignación en el club al considerar que no se podía avanzar en la planificación sin contar con las opiniones del técnico. Pero Luis Enrique ya había decidido ir por libre y no hizo ni caso de una primera lista de fichajes propuesta por Braida. En ella habían nombres como el lateral derecho portugués Cedric Soares, el mediocentro Gundogan, el extremo del Tottenham Bentaleb o, incluso, el delantero español Fernando Llorente al que consideraban una buena alternativa en ataque para los partidos que se atascaban.

El técnico actuó de forma independiente y, tras ganar la Liga, comenzó a actuar de manager. Dio una lista de altas y bajas y pidió solo tres fichajes teniendo en cuenta que el Barça no podía incorporar futbolistas hasta enero. Sus tres nombres fueron Aleix Vidal, Arda Turan y Denis Suárez. Bartomeu y los ejecutivos del club tuvieron ya claro que el técnico iba a seguir y que la comisión técnica había pasado a mejor vida. Comenzaron a negociar con el diseño de la planificación de Luis Enrique y el asturiano decidió renovar al ver cumplidas todas las exigencias.

En la renovación, Bartomeu le dejó claro que iba a ser el máximo responsable del área deportiva en el futuro si él salía elegido presidente. La experiencia vivida este verano ha servido para comprobar la eficiencia del modelo y la disponibilidad del propio técnico a ejecutarla. Eso sí, el Barça tiene en mente hacer una remodelación del área deportiva en la que Luis Enrique estará por encima de todo y tendrá el máximo poder. La idea es fichar uno o dos secretarios técnicos que estén por debajo y que sean de su máxima confianza.

Se contactó con Robert Fernández y es probable que se sume a la estructura deportiva. También habrá un refuerzo para la parcela del fútbol base, un aspecto que preocupa mucho a Luis Enrique y al club por los malos resultados. No tanto las categorías inferiores, pero sí el filial, que lleva algún tiempo sin sacar futbolistas de calidad incuestionable para el primer equipo.

Luis Enrique dio el OK y parece decidido a afrontar el reto de liderar un área deportiva en la que también seguirá trabajando Ariedo Braida.

Al italiano ya le han comunicado que cumplirá su contrato si Bartomeu sale reelegido y se encargará de ser el ojeador internacional aprovechando sus contactos, aunque ahora está centrado única y exclusivamente en las negociaciones para traer a Pogba. Luis Enrique ganará poder tras conseguir un triplete que le ha catapultado a construir un proyecto de futuro en el que, ahora sí, se convertirá en su gran líder sin discusión.