Ronaldo, Balón de Oro fugaz para el Barça

El paso de Ronaldo por el Barça fue breve pero intenso. El joven brasileño de 20 años dejó las filas del PSV Eindhoven para ponerse a las órdenes de Bobby Robson. La afición del Camp Nou disfrutó, durante una temporada, con sus regates, su fuerza y su espectacularidad en el campo. El nuevo icono mediático vio recompensada su temporada de ensueño con varios títulos colectivos e individuales.

En 1997, Ronaldo fue elegido por el semanario 'France Football' como mejor jugador del fútbol europeo del año. La estrella brasileña ganó la 42 edición del Balón de Oro por goleada respecto a los otros dos finalistas. Los 222 puntos del jugador blaugrana, respecto a los 68 de Predrag Mijatovic y los 63 de Zinedine Zidane, confirmaron las quinielas que situaban al delantero como el máximo favorito a hacerse con el galardón.

<strong>Como Leo Messi en la edición de este año</strong>, Ronaldo era el gran favorito al galardón y ganó el premio por sus méritos en el Barça, pero lo recibió tras su fichaje por el Inter de Milán. El blaugrana se convirtió en el primer jugador brasileño en ganar el preciado trofeo y en el ganador más joven de la historia.

Además, 'El Fenómeno' fue el 'pichichi' de la Liga en la temporada 96-97 y ganó la Copa del Rey, la Supercopa de España y la Recopa de Europa. Con la 'Seleçao' ayudó a ganar la Copa América en Bolivia, donde finalizó como mejor jugador del campeonato.

Los 47 goles que marcó en los 49 partidos que disputó vestido de blaugrana le facilitaron conquistar también el trofeo FIFA World Player de la FIFA la noche del 12 de enero de 1998.

El brasileño repetía este premio por segundo año consecutivo, pues ya se hizo con el título en el PSV, convirtiéndose así en el primer jugador del club holandés que lo conseguía.

La votación fue aplastante: los seleccionadores nacionales que formaban el jurado prefirieron a Ronaldo con un total de 480 puntos, 415 más que su compatriota y teórico rival el entonces madridista Roberto Carlos.

Su corta edad y su gran ambición le alejaron del Barça, donde aún tenía mucho que aportar. El Inter le ofreció un suculento contrato millonario que Ronaldo no supo rechazar, hasta que en 2002 recaló en el Real Madrid.