Pep Guardiola dirá sí a su renovación

Todos los indicios apuntan a que Pep seguirá un año más al frente del primer equipo. La plantilla, el club, la familia y su entorno quieren que continúe

Javier Miguel

Pep Guardiola aún no ha hecho oficial si seguirá o no la próxima temporada al frente de la nave blaugrana. De hecho en los dos anteriores precedentes anunció su continuidad a principios de año, por lo que todavía faltarían dos o tres meses para conocer su decisión final. En cualquier caso, todos los indicios, que no son pocos, convergen hacia un único sentido: Guardiola renovará un año más por el FC Barcelona.

Evidentemente el peso más importante en su decisión atañe a los jugadores. Mientras que Pep continúe constatando el compromiso y la entrega de sus hombres, él no piensa dejarlos en la estacada. Por mucho que diga públicamente que los entrenadores pasan y que el club sigue, Guardiola sabe mejor que nadie que una plantilla se identifica con su entrenador hasta las últimas consecuencias. Hasta el punto que más de uno de los integrantes del actual equipo aceptó fichar por el Barça, renunciando a una parte sustancial de su contrato, por la vehemencia de Pep a la hora de explicarles su proyecto.

Otro factor a tener en cuenta, pero ni mucho menos tan importante como el del vestuario, es su `feeling¿ con los responsables del club. Guardiola sabe a través de su representante Josep María Orobitg que ya tiene su oferta de renovación encima de la mesa para negociarla en el momento que él considere oportuno. El contrato volverá a tener un año de duración, acorde con la filosofía planteada por el de Santpedor en todas y cada una de sus renovaciones.

El club tiene además un as en la manga al haber realizado este verano un esfuerzo extraordinario para satisfacer todas las exigencias deportivas que había planteado el cuerpo técnico. Los fichajes de Alexis Sánchez y Cesc Fàbregas son una declaración de intenciones por parte de la junta respecto a que están dispuestos a seguir a pies juntillas todas las decisiones del técnico.

Está claro que Pep cuenta esta temporada con la plantilla que quería desde el primer momento, estando más identificado que nunca con este grupo humano. De ahí que resultaría más extraño que nunca que Guardiola decidiera unilateralmente abandonar la nave cuando ha forjado la plantilla con más talento y más solidaria de todas las que ha tenido en sus manos. Por primera vez, el entrenador blaugrana se encuentra con un proyecto totalmente suyo y en el que se identifica plenamente desde la primera hasta la última pieza del vestuario.

FALSO DIVORCIO

Asimismo también parece que se ha ido disipando gradualmente los rumores de divorcio entre Sandro Rosell y Guardiola que se apuntaron con inquina desde la caverna mediática, sobre todo aprovechando la defensa pública que hizo el técnico blaugrana respecto a la demanda interpuesta por un socio por los famosos avales. En cualquier caso, se trata de rumores interesados e insidiosos que han buscado desde el primer día desestabilizar al club a cualquier precio, aunque hasta ahora todos sus esfuerzos han sido infructuosos.

La familia y el entorno de Guardiola también tienen un peso específico importante a la hora de tomar una decisión. En ese sentido, Pep sabe que mejor que aquí no estarán los suyos, ya que están en casa y con la gente que más quieren muy cerca. Además se comenta que el de Santpedor confesó a su entorno más cercano que estaría entre cuatro a cinco años en el primer equipo. Este será su cuarto año por lo que el técnico parece ya tener asumido un año más como mínimo para completar su ciclo triunfal en el Barcelona.

AYUDANTES

Y tampoco hay que olvidar sus hombres de máxima confianza en el primer equipo que tienen muchos de ellos sus contratos ligados a al continuidad de Guardiola. Casi un 80% del staff técnico se encuentra en esta situación, por lo que ellos también están más pendientes que nadie sobre la decisión final del entrenador para conocer su futuro.

La marcha de Pep del primer equipo implicaría a día de hoy una desbandada entre miembros del cuerpo técnico y ayudantes que mermaría con creces el funcionamiento en el seno del vestuario.

Muchos indicios, sin duda, que aplicados al sentido común permiten pensar que Guardiola está literalmente `atado¿ al Barcelona, al menos como mínimo para la próxima temporada.

En cualquier caso, la llave de la continuidad de Guardiola está en manos de sus jugadores. Solo ellos podrían hacer decantar la balanza de uno u otro lado. Mientras el técnico constate, partido a partido, el compromiso intachable y el esfuerzo denostado de sus pupilos, los aficionados barcelonistas pueden respirar aliviados porque la continuidad del entrenador está más que garantizada.

Si hay algo que a día de hoy es prácticamente un auto de fe es que la plantilla del primer equipo está a muerte con su entrenador. Nadie, ni los que son titulares indiscutibles ni tampoco los que `chupan¿ banquillo, discute la autoridad de Pep. Y eso que el de Santpedor a lo largo de sus ya cuatro años al frente de la nave blaugrana ha tenido que lidiar con auténticos toros de `miura¿ como Samuel Eto¿o o Zlatan Ibrahimovic. Una vez sacrificados estos elementos alienantes, su gestión de vestuario se ha convertido en una auténtica balsa de aceite, con un grupo de una calidad humana excepcional y de un talento exuberante.

Además, la estrella de esta plantilla, Leo Messi, está con los cinco sentidos implicados en este proyecto que ha forjado Guardiola, por lo que el técnico cuenta con una baza más a favor de la continuidad a la hora de tomar una decisión.

También hay que poner sobre la mesa el compromiso de hombres como Mascherano, Alexis o el propio Cesc que en su día renunciaron a cobrar una parte importante de ficha para venir al Barcelona tras recibir la llamada del propio Pep Guardiola.

Y si los fichajes están incondicionalmente con su entrenador, qué decir de los jugadores de casa. Hombres como Puyol, Xavi, Iniesta o Valdés ¿los capitanes del equipo¿ aprovechan cualquier ocasión que se tercie para elogiar públicamente a Pep y expresar su deseo de que continúe por muchos años al frente del Barcelona.

No hay duda de que Guardiola tiene muchos hombres pendientes de su decisión. Todos saben que el de Santpedor no dejará mal parado al club, sea cual sea finalmente su decisión, y que en cualquier caso pensará en todos los pros y los contras que esta pueda acarrear en el seno de la entidad.

DECISIÓN FÁCIL

La sensación del vestuario es que Pep seguirá. Nadie en la plantilla piensa lo contrario. Y los jugadores le demuestran cada día con su entusiasmo en los entrenamientos y su esfuerzo en los partidos que no están dispuestos a dejarle escapar, que esperan que siga al frente de la nave blaugrana muchos años, liderando este proyecto ganador que empezó hace ya tres temporadas y que acumula ya doce de quince títulos posibles.

Si los jugadores siguen respondiendo como hasta ahora parece difícil que Pep deje el club.  Solo si el técnico comenzara a ver signos preocupantes de autocomplacencia o de desidia dentro del vestuario empezaría a plantearse seriamente la posibilidad de no seguir.

Está claro que los jugadores se han propuesto ponérselo fácil a la hora de tomar una decisión y que no necesite mucho tiempo para dar el sí definitivo a su continuidad por un año más en el Barcelona.