Barça B

Oier Olazábal: "Para llegar al nivel de Valdés hay que trabajar mucho"

Asentado en la titularidad del filial azulgrana y tras completar ante el Alcorcón uno de sus mejores partidos bajo los palos del Miniestadi, el guardameta del Barça B Oier Olazábal aseguró que se esfuerza día a día para alcanzar el sueño del primer equipo

EFE

"Es muy difícil, muy complicado. El Barça es el mejor equipo del mundo y para llegar al nivel de Víctor Valdés hay que trabajar mucho y tendría que estar mucho tiempo con ellos para alcanzarlo", explicó el portero vasco.

Oier Olazábal (1989, Irún) responde sereno, con la misma flema que exhibe en el área azulgrana. Su pausa distendida contrasta con la desesperación que desató en los delanteros del Alcorcón, que vieron cómo sus intentos de anotar se topaban siempre con el meta vasco en la que quizás fue su mejor actuación en lo que va de curso.

"Hay días en que quieres y no paras ni una, y otros en que lo paras todo. Al final es el típico día, a veces pasa también en entrenamientos", responde sosegado el joven guardameta.

Los delanteros rivales lo intentaron el domingo de todas las maneras. Disparos a bocajarro, a la escuadra o cara a cara. Daba igual. Todos los caminos conducían a Oier, quien llevaba dos partidos imbatido y anoche sólo pudo ser superado en los minutos finales, sin que por ello se escapara la victoria (3-2).

Pero Oier despeja cualquier atisbo de elogio. "Cuando uno encuentra la confianza, empieza a responder, tiene más tranquilidad. Han llegado mucho más que otras veces y he tenido la suerte de pararlo".

Después de que, en la primera vuelta, Eusebio Sacristán quisiera dar las mismas oportunidades a los tres porteros del filial (Rubén Miño, Jordi Masip y Oier actuaron siete partidos consecutivos cada uno), el técnico vallisoletano se decidió finalmente por el portero de Irún para ocupar el puesto titular.

"Lleva unos cuantos partidos muy bien y cuando le tocó en la primera vuelta tuvo una muy buena actuación", apunta Eusebio. "Ha demostrado su buen momento y el equipo lo está aprovechando".

No obstante, Oier no quiere dormirse en los laureles, ya que, subraya, "al final todo depende del rendimiento". "Yo, cada día, estoy nervioso por si voy a jugar al día siguiente", reconoce.

Porque, al fin y al cabo, el jugador no sólo compite para mantenerse al frente del filial, sino que no pierde de vista que el sueño del Camp Nou está sólo a un paso. El último y más difícil.

"Acabo de renovar (hasta 2015) y, claro que me gustaría subir. Para eso trabajo. Sí es cierto que he firmado para otro año más de filial, pero si me suben ahora mismo, mejor", bromea Oier, quien ya debutó con el primer equipo en 2008, en un partido de Copa del Rey ante el Alcoyano.

En todo caso, Oier es realista y recuerda que "muchos porteros han pasado por aquí, han llegado al primer equipo y al final se han ido a otro lado. Es muy complicado".