Responde a las malas rachas volviendo al gol

Messi reacciona con goles

El mejor jugador del mundo da carpetazo a las malas rachas con aludes de goles. Así lo ha hecho desde que Guardiola está en el banquillo

David Rubio/David Salinas

Tres partidos consecutivos sin ver puerta son los que lleva Leo Messi: Viktoria Pilsen, Sevilla y Granada. Una mala racha tratándose del argentino porque en todos ellos gozó de suficientes y claras oportunidades como para batir el marco contrario. Y el barcelonismo, acostumbrado a los recitales de la 'Pulga' anda ya con la mosca tras la oreja. Pero cuando el rosarino ha entrado en una mala racha (por lo menos tres partidos sin anotar), despierta con un hambre voraz. Entonces no hay quien le pare. Es como si se hubiera picado con él mismo y tuviera que demostrarse que su idilio con el gol sigue intacto. Como si tuviera prisa por recuperar el tiempo perdido.

Con Pep Guardiola en el banquillo el argentino ha pasado por varias rachas como la actual y siempre las ha terminado a lo grande, con una reacción propia del número uno que es. Ha marcado goles y más goles para zanjar un debate que no debería ser tal porque Messi, pese a ser el mejor jugador del mundo, también tiene derecho a fallar.

La primera vez que 'pinchó' bajo las órdenes del timonel de Santpedor fue en la del debut del técnico, temporada 2008-09. En febrero del 2009 estuvo cinco partidos sin mojar, aunque en dos de ellos fue suplente. Después de esta mala racha marcó 4 goles en los siguientes cuatro partidos. Se acabó el problema.

En octubre de ese mismo año (ya temporada 2009-10) pasó por otra mala época: tres partidos sin marcar. La 'crisis' se evaporó en el cuarto, con un tanto en la goleada que el Barça obtuvo contra el Zaragoza (6-1). Otra vez la supuesta ansiedad queda aparcada.

En el mismo curso vivió otra serie de partidos 'complicados' para poner fin a ella con 3 goles en los siguientes dos encuentros (Deportivo y Dinamo de Kiev). Tuvo otras dos malas rachas esa campaña, ambas de tres partidos sin marcar, pero las acabó a lo grande. La primera, marcando 11 goles en los siguientes cinco partidos y, la segunda, anotando 6 en los siguientes tres. La última, en la que encadenó cinco partidos quedándose a cero en su casillero, respondió firmando 7 goles en los siguientes cuatro partidos. Una nueva reacción de crack argentino.

La pasada temporada, 2010-11, también vivió el mal momento actual en tres ocasiones. En el primero estuvo tres partidos sin marcar, pero en los siguientes dos encuentros (Depor y Betis) firmó cuatro tantos. Después no vio puerta en cuatro partidos, en los que uno fue suplente. Calló bocas poco después con 4 goles en tres partidos.

Y pasó por otra, coincidiendo con el final de campaña, pero encontró el momento ideal para romperla: la final de la Champions League, en la que deshizo el momentáneo empate a uno que campeaba en el Olímpico de Roma con un golazo. Messi, una vez más, respondió cuando más se le necesitaba.

Ahora lleva tres partidos sin poder llenarse la boca de gol. Una mala racha que espera poder romper el sábado en el Camp Nou ante el Mallorca para no alargar más una situación en la que no le gusta verse. A Messi, aunque no le preocupa marcar, sí le molesta que se hable tanto del tema porque entiende que la prioridad, ante todo, es el colectivo y no si él marca o no goles. Por esta razón, para que se vuelva a hablar del equipo, Messi tratará de volver sobre sus pasos y, como hiciera antes, demostrar que el gol no esconde secretos para él, que son amigos inseparables.