FC BARCELONA

Messi-Neymar-Suárez: Los secretos de una felicidad

El tridente ha encontrado un ecosistema perfecto para desarrollar su talento. El vestuario se ha mentalizado para que tengan su mejor acomodo

El tridente es feliz

El tridente es feliz / sport

Jordi Gil

El tridente es feliz. Disfruta y ha conducido al equipo a encadenar 31 partidos sin conocer la derrota. Son tres jugadores en una plantilla de 24 profesionales que han entendido que sus tres “bestias”, como los definió Iniesta el domingo, deben encontrar el mejor ecosistema para desarrollar su juego. El staff y el equipo han interiorizado códigos y comportamientos para que Leo Messi, Neymar y Luis Suárez desarrollen su talento con alegría.

El primer paso y decisivo lo dio Luis Enrique a raíz del ya célebre partido en Anoeta. A medida que avanzó la segunda vuelta se dio cuenta de que Neymar también precisaba de un trato de crack, al igual que Luis Suárez. Se fijó un pacto entre ellos que esta temporada ha alcanzado su plenitud. El tridente goza de total libertad del staff para jugar a su aire. Luis Enrique deja bajo sus responsabilidad los movimientos en ataque y los lanzamientos de faltas y penalties. Pueden hacer lo que quieran. “Mientras jugadas como el penalti ante el Celta, acaben en gol, no hay problemas”, comentan fuentes cercanas al staff.

El tridente tiene vía libre, pero saben que deben cumplir con una condición. El pacto debe ser desde los dos lados. Los crakcs no pueden desautorizar públicamente a Luis Enrique. En esta línea se pueden entender las palabras de Neymar al término del partido del domingo frente al Celta: “Luis Enrique es el mejor entrenador que he tenido en mi carrera”. Un elogio que no es ni mucho menos gratuito. Es la justa correspondencia a la libertad que el técnicos les ha concedido.

En el caso de Neymar todo es más exagerado. Luis Enrique ha pasado de cuestionar su ‘lambretta’ frente al Athletic en la final de Copa a defenderlo a capa y espada en cada rueda de prensa. El brasileño tiene muy presente que el míster está de su lado y de su boca solo saldrán buenas palabras hacia el asturiano. Luis Enrique incluso es capaz de quedarse ‘afónico’, como ocurrió en la conferencia previa al duelo frente a los vigueses, antes que dar pie a controversias alrededor del crack, ya sea sobre su renovación, sus regates o su vida privada.

El staff y los cracks están de acuerdo. El otro foco que debe estar controlado es el resto del vestuario.  El tridente se lleva todas las flores y el resto lo está asumiendo, pese a que no son ni mucho menos jugadores menores. En la plantilla hay campeones del mundo, futbolistas que también lo han ganado todo o que serían la estrella en cualquier otro equipo que jugaran. 

“Los tres de arriba van mucho a su bola y, si el equilibrio se aguanta, es gracias a que el resto del vestuario son buena gente”, explican a SPORT desde la caseta. Traducido, significa  que la inteligencia y espíritu constructivo de futbolistas como los capitanes Iniesta, Busquets o Mascherano hace que el resto sigan su línea. Además, el talante de los canteranos que están en el primer equipo también es muy positivo para que no salten los egos. Los nuevos que llegan ya ven que deben integrarse a esta forma de