Luis Enrique no encuentra el once ideal del Barça

El Barça no ha repetido alineación en ninguna de las once jornadas disputadas de Liga. Ese es un dato objetivo que no admite discusión. A partir de ahí se abren dos teorías que lo expliquen: la primera apunta a que Luis Enrique apuesta por las rotaciones y los cambios de forma premeditada como método de trabajo; la segunda, que el técnico no ha encontrado aún su once ideal. O no lo tiene o no lo quiere.

Sea cual sea la razón de tanto cambio en la alineación, lo que parece obvio hasta la fecha es que, más allá de los resultados, el juego del equipo ha ido de más a menos desde que inició la temporada. Y eso permite llegar a la conclusión de que tanta alternancia de futbolistas no está ayudando al equipo ni asimilar conceptos ni a encontrar su mejor versión posible sobre el césped. Si la gestión del cuerpo técnico responde a un plan de Luis Enrique, el barcelonismo deberá acostumbrarse a los cambios continuos y rezar para que la idea del técnico acabe cuajando en la plantilla y que ésta entienda que ese es el camino a seguir. Si no es algo pensado y el asturiano aún no ha encontrado la base de un once sobre la que cimentar su proyecto, tarde o temprano la afición podrá aprenderse, como ha pasado a lo largo de la historia con los grandes equipos, un once de carrerilla. 

De momento, y atendiendo a la poca información que ofrece sobre su gestión Luis Enrique en rueda de prensa, la primera teoría gana peso. Antes de jugar en París, donde se produjo la primera derrota, el técnico hizo unas declaraciones que aportan algo de luz al dilema: “Ya sé que cuando encajemos un gol o perdamos un partido, será un desastre lo de las rotaciones, pero voy a seguir haciendo lo que creo que es justo y mejor para el equipo”. Argumentó su postura en el hecho de que los rivales “saben lo que vamos a hacer, que es ir a por el partido, evidentemente, pero que no sepan cómo lo vamos a hacer”. La sorpresa como arma para empezar a ganar los partidos. 

El problema es que, de momento, la estrategia no ha dado los resultados esperados. Sobre todo ante rivales tan potentes como el PSG o el Real Madrid, que superaron al Barça claramente. Ante otros conjuntos con menos posibilidades, los blaugrana sí han sido capaces de imponerse gracias, en parte, al talento individual de su plantilla. Pero más allá del marcador final, lo que realmente preocupa es la evolución que ha sufrido el equipo desde el inicio de temporada. La sensación es que ha ido de más a menos en su juego y que, lejos de mejorar, sigue el retroceso. El propio Luis Enrique aseguró tras vencer en Almería que había sido “el peor partido de la temporada”. Los cambios constantes en el equipo no parecen servir para obtener el mejor rendimiento posible de sus jugadores. Rakitic ha ido de más a menos, pero también ha ocurrido lo mismo con Mathieu, de Xavi no se sabe si es imprescindible o revulsivo, la conexión entre Neymar y Messi está sufriendo un bache, Busquets tiene nuevos compañeros de viaje en cada jornada y lo mismo ocurre con la defensa, cuyos cuatro teóricos titulares son Alves, Mascherano, Mathieu y Alba y, en cambio, solo han coincidido en tres jornadas de Liga. De hecho, desde que llegó Suárez, la delantera parece la más fácil de adivinar y estaría formada por el indiscutible Messi, que lo ha jugado todo junto a Bravo, Neymar y Suárez. Esa es la teoría, pero Luis Enrique decidió romper todos los pronósticos y volver a rotar en Almería dando la titularidad a Pedro y Munir. Rectificó tras el descanso. Falta saber si fue puntual o rectificar será una constante.