Llorente, el deseado

Después de varias temporadas dándole vueltas a la posibilidad de incorporar a un delantero centro nato, el Barça parece decidido a acudir al mercado este verano para incorporar esa pieza que falta en su plantilla. Y la gran prioridad del Barça es Fernando Llorente, el delantero de la Juventus, reciente campeón de la Serie A con récord histórico de puntos, 102, y con muchas opciones de acudir al Mundial de Brasil con la selección española.

Llorente se ajusta perfectamente al perfil de delantero que busca el Barça para reforzar la plantilla: acaba de cumplir su primera temporada en la Juventus, con unos números más que notables (16 goles, seis de ellos de penalti, en los 34 partidos de Liga que disputó) después de un arranque de temporada relativamente complicado. El jugador riojano asegura goles y también cumple otro factor que el Barça tiene muy en cuenta, el hecho de que aceptaría la suplencia sin demasiados problemas, para convertirse en un ‘plan B’ en determinados partidos, pero siempre dispuesto a pelear por la titularidad.

La inminente llegada de Luis Enrique al banquillo del Barça acelerará los movimientos del club para incorporar un delantero. El técnico asturiano quiere contar con esa alternativa en su plantilla, algo que también intentaron sus predecesores en el cargo, Tito Vilanova y Gerardo Martino, aunque ni uno ni otro insistieron demasiado en la posibilidad de fichar a un delantero que pueda cumplir ese rol.

Nuevas opciones en ataque

Pero Luis Enrique cree que al Barça le falta un ‘nueve’ rematador, un jugador de área, una alternativa para enriquecer una plantilla llena de talento, pero necesitada de jugadores diferentes. Fernando Llorente cumpliría a la perfección ese papel: es un jugador suficientemente contrastado, que acaba de ser campeón de Liga con la ‘Juve’ y que, en principio, estaría dispuesto a volver a la Liga española.

Pero contratarle no será fácil. El ‘Rey León’, como se le apodó en su etapa en el Athletic, tiene contrato hasta el mes de junio de 2017 y su club no lo pondrá fácil. La Juventus jugará la próxima edición de la Champions en su condición de campeón de Italia y quiere volver al primer plano europeo a lo grande, después de haber caído en la fase de grupos y de haber rozado la final de la Europa League que se disputó en su estadio. 

Pero el Barça está dispuesto a jugar la ‘carta Alexis’: el delantero chileno aún mantiene un excelente cartel en el fútbol italiano, tras sus excelentes prestaciones en las tres temporadas que disputó como delantero del Udinese (especialmente las dos últimas). 

En las últimas semanas, la Juventus ha apuntado su interés en Alexis, por lo que el Barça podría plantear un trueque con el club italiano para incorporar a Llorente. El Barça, en cualquier caso, sabe que deberá desembolsar una importante cantidad por Llorente, a pesar de que el riojano es tres años mayor que el chileno.

En el fútbol italiano no existen las cláusulas de rescisión, por lo que el Barça deberá negociar con los responsables del club turinés. 

La Juventus es uno de los clubes más ricos del ‘calcio’: tradicionalmente vinculado a la empresa automovilística ‘FIAT’ y a la familia Agnelli. El presidente del club es Andrea Agnelli, encargado de continuar con el ‘clan’ de la familia en los despachos del club. 

Parece complicado que el Barça pueda seducir a la Juventus simplemente con un cheque para llevarse a Llorente, pero si la propuesta incluye a Alexis Sánchez, los responsables del club italiano podrían contemplar la opción con buenos ojos: Tevez (que no acudirá al Mundial a pesar de ser el máximo goleador de la Juventus y el tercero de la Liga italiana) seguiría ocupando un lugar prioritario en los planes de Antonio Conte, entrenador de la ‘Juve’, y Alexis sería su complemento perfecto, a riesgo de perder a Llorente. 

La Juventus le fichó el año pasado, a coste cero, después de unas intensas negociaciones con el Athletic para incorporarlo meses antes: los dirigentes italianos toparon con la firmeza de Josu Urrutia, presidente del Athletic, que siempre se remitió a la cláusula del jugador, de 36 millones de euros: desde el punto de vista puramente económico, la operación podría salirle redonda al conjunto transalpino, que ingresaría por un jugador que le salió gratis.