El fichaje del meta Ter Stegen despierta algunos recelos

No hay que ser precisamente un lumbreras para darse cuenta que la próxima temporada la portería del Barcelona vivirá una transición difícil. Quien más o quien menos es consciente en el seno del club que por mucho que se acierte en las incorporaciones habrá un descenso notable respecto al nivel que atesora el actual portero Víctor Valdés. Sustituir al mejor portero de la historia del Barcelona se antoja una tarea hercúlea y más aún si el elegido se trata de un recién llegado, con relativa experiencia por culpa de su juventud. 

El candidato por la secretaría técnica para asumir tan ardua responsabilidad es el portero del Borussia Monchengladbach, Marc André Ter Stegen, que llegará al Barcelona con 22 años casi recién cumplidos como aquel quien dice. Los más de diez informes elaborados por los técnicos de la casa destacan prioritariamente sus reflejos, agilidad, rapidez de movimientos, buen juego con los pies, desparpajo y fortaleza mental. 

Sin embargo, los últimos acontecimientos han empezado a dejar en evidencia algunos de los informes elaborados sobre Ter Stegen. Desde que el portero alemán anunciara que no renovaría por el club, dando a entender extraoficialmente que ficharía por el Barcelona, su rendimiento bajo los palos ha bajado de manera preocupante. Parece que la presión de estar a las puertas de fichar por el club blaugrana no le ha sentado nada bien al joven portero. Y como muestra un botón: el error garrafal que sufrió ante el colista Eintracht marcándose un gol en propia puerta al no controlar un balón con los pies. Esta situación ha provocado algunos movimientos inusitados en el club, hasta el punto que no se descarta ahora fichar un segundo portero con cierta entidad –Miquel Angel Moyà, Keylor Navas o Diego Alves– por si la presión le pesa demasiado al joven teutón.