Los descartes, la cara amarga del Barça del doblete de Liga y Copa

Detrás de la alegría del séptimo doblete de Liga y Copa del FC Barcelona y de los elogios hacia Andrés Iniesta y Leo Messi como líderes de una generación blaugrana irrepetible, se esconde otra cara más amarga de la final del Vicente Calderón contra el Sevilla (2-0).

La situación de cinco futbolistas (Bartra, Sandro, Adriano, Vermaelen y Douglas) que siguieron el partido desde la grada y cuyo futuro está lejos del Camp Nou si las leyes del 'mercado' lo permiten.

El caso más crítico es, sin lugar a dudas, el de Marc Bartra. El defensa cierra la temporada con el Barça con la convicción de que para progresar debe seguir su carrera lejos del Camp Nou. El seleccionador español Vicente del Bosque confía en el central blaugrana y lo incluyó en la lista de 25 preseleccionados para la Eurocopa de Francia 2016.

Pero Luis Enrique ha prescindido de él en los partidos clave de esta temporada y el domingo, Batra ni siquiera estaba en el banquillo. Los minutos de relevo en la final de la Copa fueron para Mathieu, Rafinha y Sergi Roberto, jugadores en los que el entrenador barcelonista cree. 

Una situación similar vive Sandro Ramírez, lesionado en la recta final de la campaña y que recibió el alta para el duelo copero contra el Sevilla. Mientras que Munir El Haddadi se ha ganado el crédito de 'Lucho' y en principio seguirá en la plantilla, el destino de Sandro apunta a la Premier League.

Los casos de Thomas Vermaelen y Adriano Correia son igualmente significativos. Marcados por las continuas lesiones y por encima de la treintena, su aportación al Barça ha sido muy limitada y las necesidades de liberar plazas y aligerar sueldos en la primera plantilla colocan al belga y al brasileño en la lista de descartes.

Finalmente, Douglas Pereira. Las circunstancias del lateral brasileño construyen un auténtico 'expediente X'; por su fichaje y por su recorrido en el Barça, marcado por las lesiones de larga duración y sus esporádicas y pobres apariciones en los terrenos de juego.

Solo precedentes como los de Henrique y y Keirrison ayudan a situar la trayectoria de Douglas, prácticamente inédito (390 minutos y 8 partidos en dos temporadas) aunque no a justificar su reclutamiento. Si el club encuentra una opción, marchará con las bendiciones del cuerpo técnico.