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La bronca de Luis Enrique salvó la Liga

En el descanso del Betis-Barça, el técnico asturiano reclamó a sus jugadores que reaccionaran porque la Liga se estaba escapando peligrosamente. 

Javier Miguel

El entrenador del Barça, Luis Enrique Martínez, veía que la Liga se le escapaba de las manos en el campo del Betis: con 0-0 al descanso, y tras las victorias del Madrid y el Atlético, su equipo estaba perdiendo el liderato y buena parte de sus opciones de revalidar la Liga. Y reaccionó con un discurso tan encendido que a sus jugadores no les quedó otra que despertar de la siesta.

Consciente de que la situación era límite, el entrenador se dirigió a sus jugadores en el descanso del partido en el tono más intenso de la temporada: fue la bronca más contundente de Luis Enrique desde que comenzó el curso, a mediados de agosto.

El técnico recordó a sus jugadores que la Liga estaba en juego y que con la actitud de la primera parte, lo más probable es que el Barça se quedase sin título. El equipo había jugado 45 minutos a un ritmo muy lento: apenas creó ocasiones y la sensación era que la Liga se escapaba sin remedio.

Visiblemente enfadado, Luis Enrique reclamó más intensidad a sus jugadores: llegó a pronunciar palabras que no suelen formar parte de sus discursos habituales ("¡o espabilamos o perdemos la Liga!", por ejemplo), y menos en el tiempo de descanso.

Una reacción de campeón

El equipo captó el mensaje y jugó una segunda parte notablemente mejor que la primera: a los pocos minutos de la reanudación, el Barça se puso por delante en el marcador (Rakitic marcó en el minuto 50). Con 0-1, el partido entró en una fase de más control por parte del equipo blaugrana, que cerró definitivamente el resultado en el minuto 81, con el gol que firmó Luis Suárez. 

La bronca de Luis Enrique surtió el efecto deseado: el Barça salió líder del Villamarín y mantiene intactas todas sus opciones de ser campeón en las dos jornadas que restan para el final del campeonato. El líder salvó un partido especialmente difícil, en un ambiente hostil, y que amenazaba con ensombrecer el panorama liguero de manera muy preocupante.

Tras el partido, Luis Enrique elogió a sus jugadores en la rueda de prensa: destacó su capacidad para defender y neutralizar al Betis ("hemos defendido a un nivel bestial", dijo) llegó a afirmar que el Barça no sufrió "nada" en el campo del Betis, a pesar de que a lo largo de la primera parte, su equipo apenas generó ocasiones ni tuvo fluidez en su juego. 

También aseguró, tras el 0-2, que el título de Liga está "cada vez más cerca". Sabedor de que el Barça acababa de salvar uno de los escollos más importantes del tramo final del campeonato, el técnico empezó a vislumbrar un título que llegó a estar en peligro. Y que tuvo que salvar con una de sus broncas más intensas desde que dirige al Barça