SUPERCOPA DE ESPAÑA 2016: FC BARCELONA - SEVILLA

Claudio Bravo, profesional hasta la extenuación

Claudio Bravo está jugando, seguramente, su último partido con la camiseta del Barcelona, pero en ningún momento se ha reservado pensando en su futuro como meta del Manchester City

Bravo, en el partido de Supercopa ante el Sevilla

Bravo, en el partido de Supercopa ante el Sevilla / sport

IVAN SAN ANTONIO

Claudio Bravo fue recibido en el Camp Nou como si todo lo que se escribe de él estos últimos días fuera solo cháchara. El Camp Nou, en día de Supercopa de España, desde hace algunos años, se muestra algo raro.

La razón es que la afición que acude al Estadi no es la habitual, la de los socios que pagan su abono religiosamente, sino que son seguidores extranjeros que, aprovechando su estancia en la Ciudad Condal, acuden a ver uno de los mayores espectáculos del mundo.

Por eso el que pudo ser el último partido de Bravo en el Camp Nou fue algo extraño. El chileno ha ganado todo lo que podía ganar de blaugrana y ha cumplido, de sobras, con las expectativas generadas cuando se firmó su viaje rumbo a Barcelona procedente de Donosti. Y hasta el último de sus suspiros como culé, negando la máxima que, cuando una venta está a punto de cerrarse mejor no jugársela, se situó bajo palos como el profesional que es y no solo cumplió, sino que completó un partidazo.

Bravo evitó que, a los tres minutos, Ben Yedder hiciera el 0-1, un resultado que habría puesto nervioso al Barça de Luis Enrique con 87 minutos por delante. Su mano envió el remate del sevillista a córner, pero ni esta acción no mereció más que una tímida reacción de aprobación por parte del público. Seguramente producto del ambiente poco común en las gradas del Camp Nou. 

No fue hasta la media hora cuando Claudio logró, por fin, la ovación. Tuvo que detener un penalti a Iborra. Sin embargo, los gritos de Bravo, Bravo se diluyeron a los pocos segundos empujados por los gritos de Barça, Barça, como si alguien hubiera organizado los cánticos. Raro, raro. 

Más allá de la reacción del Camp Nou, Claudio Bravo demostró el porqué alguien como Pep Guardiola lo quiere defendiendo la portería de su equipo. Profesional hasta no poder más, el chileno cuajó una actuación que, si es la última, será recordada como la de un profesional de pies a cabeza.