Liga de Campeones

Rutenka, ante un partido "muy especial"

El Barça viajó ayer a Bielorrusia, donde mañana se medirá al Dinamo Minsk en la 5ª jornada de la Champions

E.B.

Siarhei Rutenka ha desarrollado casi toda su carrera profesional lejos de su país, pero no puede evitar un cosquilleo cada vez que regresa a su tierra. “En las gradas estarán mis padres, amigos, familiares, a los que espero ver antes del partido; simepre es especial”, explicaba ayer el lateral bielorruso antes de embarcar rumbo a Minsk, donde el Barça juega mañana en la quinta jornada de la Champions. Enfrente, con la camiseta del Dinamo, se las verá con su hermano menor, Dzianis, y con varios compañeros de selección, aunque en el campeón bielorruso los jugadores locales son minoría: “La directiva quiere obtener buenos resultados y el nivel de los jugadores allí no es muy alto”, relataba Rutenka en declaraciones a la Agencia Efe.

El Minsk Arena, con capacidad para 15.000 espectadores, estará prácticamente lleno, aunque el público suele ser bastante frío: “Esto no es una pista balcánica; cuando juego allí con la selección siempre pido que animen más porque no presionan mucho”. Allí han caído en esta primera fase del torneo el Vardar Skopje (26-24) y el Wacker (27-20). “En su casa, eso sí, salen a jugar a vida o muerte. Es un equipo que basa su juego en la velocidad y el contragolpe, así que si jugamos bien en ataque no les dejaremos muchas opciones”, valoró el azulgrana, que este año suma ya 59 goles entre la Champions (19) y la Liga ASOBAL (40).

En su última visita a la capital de su país, en febrero de este año, el Barça se impuso por 28-30, con nada menos que diez tantos de Siarhei Rutenka.