Aries Merritt, del Mundial de Pekín a la mesa del quirófano para que le trasplanten un riñón

El plusmarquista mundial y campeón olímpico de los 110 metros vallas, el estadounidense <strong>Aries Merritt</strong>, explicó ayer que, tras actuar en el campeonato Mundial de Pekín, viajará a su país, para someterse a un trasplante de riñón.

Merritt, de 30 años, explicó que no podía dilatar más la intervención después de que le fuera detectada una enfermedad renal en 2013. La enfermedad, causada por un virus genético raro que se da entre algunos afroamericanos, ha dañado su órgano hasta tal punto que recibirá uno de los riñones de su hermana en Arizona, el próximo 01 de septiembre

"Participo en el Mundial de Pekín por una cuestión de salud mental, más que nada", explicó a unos sorprendidos periodistas. "No quiero estar sentado en mi casa esperando a los cirujanos; prefiero disfrutar de la vida al máximo.

"¿Quién sabe? Este podría ser mi último campeonato si las cosas no salen an bien. Pero soy optimista y quiero pensar que podré participar en los próximos Juegos Olímpicos de Río."

Merritt disfrutó de un inolvidable 2012, ganando la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres y rompiendo el récord mundial con un tiempo de 12.80 segundos en la reunión de Bruselas. En el  campeonato del mundo de 2013 fue sexto pero para entonces, su enfermedad ya había sido diagnosticada.

"Cuando me dijeron que, quizá, no volvería a correr nunca más, mi mundo se vino abajo", agregó. Que esté corriendo aquí demuestra que soy un luchador y que puedo superar cualquier cosa si mantengo una mente positiva.

"Guardar esta noticia en secreto suponía un enorme peso para mí. Creo que lo mejor que puedo hacer es compartirla con todo el mundo atlético", dijo. "Me encanta correr, me encanta competir, esta es mi vida y aquí estoy", concluyó.