LA MIRILLA

Ni Pepe es el boxeo ni Mou el mago

Albert Masnou

El Real Madrid tiene siete vidas. Nunca queda desplomado en la lona porque el espíritu se lo impide. Después de una derrota, siempre acaba levantándose para plantar cara en el siguiente encuentro. Ahí está el caso de este fin de semana. Roto por dentro tras la humillación del Barça, con clanes tirando para un lado y para otro pero sacando una victoria importantísima. Es la grandeza de este club que se mantiene en la batalla independientemente del técnico de turno.

Florentino Pérez fichó a Mourinho para acabar con la era del Barcelona y ahora es cuando ve que ha fracasado, resignado a contentarse con un título de Copa del Rey y con la única ilusión de ganar la Liga que le permita alardear de haber conquistado un campeonato en Italia, en Inglaterra y en España. No quiere nada más antes de abandonar el barco. Mourinho es un buen entrenador pero queda claro que no es un mago. El Madrid estaba como ahora hace unos años y la huella que dejará el portugués será nula. El Madrid sigue siendo historia, coraje, voluntad, ambición pero el luso es incapaz de aportar el fútbol necesario para arrebatar el dominio al Barça.

El ambiente de la casa blanca tiene tics del Barça de Van Gaal: Buscando espías por el vestuario, con jugadores `rajando¿ del técnico o perdiendo los papeles sobre el campo y viviendo por debajo del rival, soñando con el cambio de ciclo que no acaba de llegar.

Por otro lado, y siguiendo con el Madrid, me gustaría también rectificar una desafortunada frase en la que identificaba a Pepe como la imagen del boxeo. No tiene nada que ver la vil acción del defensa del Real, que merece ser castigada, con este deporte tan duro como noble. Los humanos tenemos la virtud de equivocarnos y la suerte de poder rectificar. Queda hecho.