Las autoridades japonesas comentaron recientemente que el uso de la vacuna no será, en principio, indispensable para que se puedan llevar a cabo los Juegos Olímpicos de Tokio. El comité que trabaja en la gestión y prevención de la enfermedad en la cita olímpica “está investigando para que los JJ.OO. sean seguros incluso sin contar con la vacuna, por ejemplo, con la realización de los test necesarios y el control de conductas”, señaló hoy Kato en su rueda de prensa diaria. Se creía que la llegada de la vacuna contra la covid contribuiría a mejorar las perspectivas de cara a los JJ.OO., pero la distribución y administración de las dosis está encontrando obstáculos en numerosos países.
Recelo por posibles efectos secundarios
En cualquier caso, ya son varios los y las atletas que han mostrado mucho recelo a la hora de decidir si recibir o no la vacuna del coronavirus. Una de ellas es la saltadora Maria Lasitskene, que competirá como neutral en la cita nipona por la sanción de dos años a la Federación Rusa por dopaje. “Como atleta, me preocupa cómo mi cuerpo y mi forma se verán afectados por la vacuna. Mientras no sea necesario, me abstengo de vacunarse. Estoy esperando a que se desarrolle la situación, ya que todavía no he oído de las organizaciones antidopaje que está permitido”.
“De repente, todos tendrán ahora cartillas de vacunación y podrán ingresar a cualquier país solo con vacunación aprobada en todo el mundo. Lo siento pero no me presento como voluntaria por ahora, es mi opinión porque soy atleta y mi cuerpo se puede ver afectado por cualquier pinchazo o cualquier reacción”, añade la rusa. Lasitskene, por cierto, participó este pasado fin de semana en una competición de pista cubierta en Rusia y no pudo pasar del 1.92 metros.
Lasitskene saltó 1.92 . Esto acaba de empezar pero no parece en su mejor estado de forma.https://t.co/H0yGi1i7tO pic.twitter.com/8OWbRnTSCg
— Óscar Fdez. (@gabyandersengz) January 20, 2021
