No es muy habitual que estamentos u órganos relacionados con la actividad deportiva se ‘metan’ en fregados políticos o en denuncias sociales. Normalmente consideran que tienen bastante más a perder que a ganar y prefieren mantenerse en un segundo o tercer plano. Tampoco nadie suele esperar que un ente que no está directamente relacionado con el mundo político se pronuncie en temas fuera de su ‘competencia’, por lo que en este sentido estar al margen acostumbra a funcionar.
Pero el asalto al capitolio estadounidense ha ido más allá de cualquier otro fenómeno. El país con más escaparate del mundo, el que dicen mueve los hilos de todo o prácticamente todo, el primero en muchas cosas, la gran potencia económica y social del planeta, Estados Unidos, vio como un grupo de centenares de antidemócratas (o antidemocráticos, en este caso ambas valen) asaltaban el bastión de la democracia en un acto sin precedentes. Hombres y mujeres de lo más variopintos, de ultraderecha, y seguidores enfervorecidos de Donald Trump ocuparon y se atrincheraron en el capitolio en unas escenas que dieron la vuelta al mundo.
Estar al margen o entrar
Y la red social deportiva Strava decidió que no podía mantenerse al margen de esta barbarie. Esta plataforma fundada por Mark Gainey y Michael Horvath emitió un comunicado que ha sido criticado por algunos por considerar que no es del menester de una empresa como Strava meterse en este tipo de conflictos. “Lo que vimos en el Capitolio de Estados Unidos esta semana fue la antítesis de lo que representa Strava”, decía la carta. “Fue terrorismo interno y lo denunciamos. Cualesquiera que sean los límites o fallas que pueda tener nuestra democracia, creemos que debemos protegerla”.
“Esto no se trata de política. Se trata de principios fundamentales en los que creemos profundamente: tratar a TODAS las personas con decencia, respeto y equidad ”. dice la carta. “Cuando se unió a Strava, se unió a una comunidad global de atletas que están de acuerdo con nuestros estándares de la comunidad: respetarse mutuamente, respetar las reglas y ser inclusivo y antirracista”.
