Inicio Entrevistas Raúl Celada y su calvario: “Gracias a mis padres estoy vivo”

Raúl Celada y su calvario: “Gracias a mis padres estoy vivo”

Ha sido absuelto de dopaje, pero siempre queda la sombra de la sospecha. Y es de lo que hablamos hoy. Yo le pregunto y él contesta. “No me importa que me meta caña. Yo tengo la conciencia tranquila”.

Lo conocí hace unos días en Santoña en un día de una humedad imperdonable. Y nos presentó una amiga común Arantxa Moya a cambio de que titulase la entrevista: “Y, por fin, se hizo justicia”. Pero ella sabe que yo no soy forofo de nadie. Yo sólo me limito a escuchar y a preguntar lo que se me va ocurriendo según transcurre el diálogo, nada más.

¿Y cómo está?
Ya bien. Después de lo que pasé. Mentalmente estoy feliz. Tengo la vida que tenía anteriormente. No me puedo quejar. Entreno bien. He terminado tercero de enfermería. Estoy con mis amigos de siempre.

¿Fue una víctima?
Creo que sí.

¿Ni siquiera usted está seguro?
Yo sí. Pero no quiero dar que hablar. No quiero explicarlo todo, pero en un futuro lejano lo haré. Ahora no es el momento.

¿Y entonces por qué concede esta entrevista?
No sé. Le he leído a usted muchísimo. En sus entrevistas va más allá de lo que es el atletismo como tal. Lo enfoca más desde el punto de vista de la persona que del atleta. Y eso es lo que valoro. Me apetecía. No le voy a engañar.

Los de siempre dirán que ya estoy entrevistando a otra persona relacionada con el dopaje.
Pero usted hará la entrevista que estime oportuna. Y que yo sepa hace más entrevistas a gente que no está involucrada en temas de dopaje que a los que sí lo han estado como yo.

Le tengo que meter más caña.
Yo entonces responderé como deba. Tengo la conciencia tranquila.

¿Qué pasó? ¿tenía sustancias dopantes en casa?
No. Claramente no. Tampoco tengo que excusarme de algo que he sido una víctima. En el 99,9% de los deportistas a los que se han encontrado sustancias dopantes en casa han sido sancionados. Yo pertenezco a ese 0,01% que no las tenía. Porque no había nada. Otra cosa es que se me haya criticado o que se haya ensuciado mi nombre.

¿Rencor?
No tengo rencor. Cada persona es libre de opinar, de hacer y deshacer. No tengo que juzgar a nadie. Cada uno toma sus decisiones. Tengo mi vida. Tengo 27 años y sé que mi vida en el futuro no está en el atletismo.

¿Y antes de que pasase lo del dopaje pensaba así?
Sí, sí, claro. Yo estoy estudiando mi carrera. Mi futuro está en la enfermería. Me gustaría ser entrenador, pero no creo que vaya a estar vinculado a este deporte.

¿Por qué sigue en el atletismo entonces?
Porque voy a volver a coger el nivel que tenía antes. Porque voy a ser mejor de lo que era y porque tengo una edad idónea. Volveré a vivir del atletismo.

¿Ánimo de revancha?
No lo puedo pasar peor de lo que lo he pasado. Ha habido momentos muy duros. Recuerdo cuando todo esto pasó. Al mes y medio recuerdo en el verano de 2021 levantarme a las tres y media de la madrugada y querer terminar con mi vida, porque no veía otra opción.

¿Pensó en el suicidio?
Sí. Aquella noche sólo quería abrir la ventana y tirarme. Pero menos mal que tenía a mi novia en la habitación durmiendo conmigo. De lo contrario, me hubiese tirado por la ventana…

¿Y cómo despertaste a la mañana siguiente?
No dormí en toda la noche. Sufrí una crisis de ansiedad. Pero, si le digo la verdad, ya no lo recuerdo muy bien. No quiero ni recordar. Sí recuerdo que al levantarme salí a correr para despejarme. Pero a los 30 segundos me tenía que parar. No me entraba el aire en los pulmones.

Hay pocos deportistas acusados de dopaje que reconozcan su culpabilidad.
Si la Justicia me da la razón tengo el derecho a decir que no soy culpable. En su día lo contaré todo. Pero de verdad que ahora no es el momento. No estoy preparado para una guerra. He sufrido mucho estos meses. Quiero disfrutar. La gente de mi alrededor sigue conmigo y mis patrocinadores de mi tierra también. Nadie me ha dejado de lado excepto dos personas que son atletas.

¿Y?
Lo que le digo. No tengo que disculparme. Sí le digo que sería penoso que con 28’25 en 10.000 me tuviese que dopar. El dopaje no es necesario para hacer ninguna marca. Me daría hasta vergüenza. Pero hay gente, aún después de lo que ha dicho la Justicia, que busca cinco pies al gato en redes sociales.

¿Y cómo se puede volver a ser el mismo?
Con trabajo diario y con felicidad. No he dejado de confiar en mí.

¿Y a qué aspira?
Quiero ser mejor que ayer y mañana mejor que hoy. Con eso me vale. Me ha ido bien pensando así, pero el futuro me irá mejor. Llevo corriendo más de 15 años. He sido subcampeón de España de cross de todas las categorías excepto senior. Y estando contento y feliz…, esos son los ingredientes. Cada día me conozco más que antes entrenando. Y volveré, no quiero tener dudas de que volveré.

A mí no me debe convencer de nada.
Aquí no estoy yo sólo. También está mi hermano mayor o mis padres, que me acompañaban a todas las carreras. Incluso, a entrenar con el coche detrás. Que han visto a su hijo con la espada de Damocles y que me han dicho siempre: ‘hijo, lucha y tira para adelante’.

Y es lo que ha hecho.
Soy un reflejo de mis padres. Gente humilde, trabajadora. Mi padre trabaja de administrativo en un concesionario de coches, y mi madre en una fábrica con un horario de seis de la mañana a dos de la tarde. Gracias a ellos soy lo que soy como persona y atleta. Gracias a ellos he salido de este bucle. Y gracias a ellos estoy vivo. Si me lo preguntase, yo titularía la entrevista así.

 


Suscríbete a nuestro newsletter

Recibe en tu correo lo mejor y más destacado de LBDC

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí