Palabra de una triple campeona mundial. Es una frase muy exagerada, probablemente demasiado. Pero añade más leña al fuego al debate existente sobre el papel de estas zapatillas con fibra de placa de carbono que han revolucionado el mundo del atletismo. Récords del Mundo batidos sin parar, sobre todo en las pruebas de fondo. Ya no celebramos ni valoramos las plusmarcas mundiales en 5.000, 10.000 y en ruta como lo hacíamos antes porque ya casi esperamos que en cada gran carrera alguien los bata. Es la rutina.
Quien ha dejado esta frase de “para mí no hay diferencia entre el dopaje y correr con esas zapatillas” no es una cualquiera. Hablamos de la keniata Tegla Loroupe, tres veces campeona del mundo de medio maratón y una de las personalidades más mediáticas de su país y del atletismo en general los últimos lustros. Medallista mundial de 10.000, Loroupe, a sus 48 años, ha analizado el impacto de las nuevas zapas: “No me gusta porque no hay energía humana. Estás haciendo trampa, no eres un héroe porque no usas tu propia fuerza. Puedes tener una zapatilla más rápida, pero los que no pueden permitírselo no la poseen”.
Batió dos veces el Récord del Mundo de maratón y está muy implicada con proyectos relacionados con los refugiados; de hecho, lideró en los Juegos de Río 2016 el equipo de refugiados.
