El paso al maratón no suele ser un camino de rosas. Ni mucho menos. Grandes fondistas han pagado muy caro el salto del 10.000, 10k y media a la distancia de Filípides. El propio Toni Abadía lo intentó en Valencia y no salió bien (ha avisado que tarde o temprano volverá). O Chiki Pérez. En Madrid, el pasado domingo, el que debutaba en los 42,195km es otro gran atleta español, Tariku Novales. El gallego se estrenaba en un escenario complicadísimo. La altitud, el desnivel, las continuas cuestas y bajadas. Madrid es un maratón durísimo, donde correr rápido es bastante complicado. Pero aún así Tariku se lanzó con todo. Y no salió bien.
El propio Novales ha escrito un mensaje en sus redes sociales haciendo balance de su primera experiencia con el maratón. Un aprendizaje sin duda del que saldrá más fuerte, pero que sufrió una barbaridad. “Hay momentos en la carrera deportiva y en la vida misma de una persona que marcan un antes y un después. Este domingo en la Maratón de Madrid fue uno de esos momentos. Marcado a fuego en mi mente y en mi corazón que ningún obstáculo es suficiente grande, ninguna lesión suficientemente dura ni larga, ni ninguna sucesión de innumerables complicaciones pueden conmigo. Más fe, más hambre y más ambición que nunca”, asegura el gallego.
Un via crucis
“Mi debut fue una auténtica odisea. Vómitos, calambres y dolores fueron mi lastre desde el km 27. Aún así abandonar no era una opción. Ni se me pasó por la cabeza. Habíamos hecho muchísimo por estar en la línea de salida pese a las lesiones e iba a llegar a la ansiada meta por todo mi trabajo, el trabajo diario (muchas veces mañana y tarde) de los servicios médicos de la RFEA, el de mis entrenadores y el apoyo y cariño de mis compañeros de entrenamiento y amigos que quisieron estar conmigo animándome en el circuito en un día tan especial para mi como es el debut en Maratón”, añade.
“Me hubiera encantado regalaros (regalarnos), un tiempo y un espectáculo de película, pero los milagros no existen, al menos no en la maratón. Con el mono de trabajo enfundado otra vez, tengo unas ganas inmensas de trabajar con normalidad y continuidad y dejar atrás tantos meses de dolores y más dolores. Por último, pero no menos importante, inmensamente agradecido a la familia Adidas por ser precisamente eso, una familia. Y queda pendiente una revancha con la maratón y con la ciudad de Madrid”, remata.
