La mediofondista catalana Esther Guerrero, vigente campeona de España de 1.500 metros, declaró a EFE que la grave lesión que tuvo el año pasado, y que la obligó a perderse las citas más importantes de la temporada en pista cubierta y al aire libre, la ha “construido en una atleta diferente”.
Guerrero ha completado una buena temporada de pista cubierta este año y en Madrid, en el Campeonato de España de pista cubierta, volvió a brillar entre los aplausos de los aficionados que llenaron el polideportivo de Gallur. La atleta catalana, que llegó a Madrid tras batir su propio récord de España de la milla con 4:24.92 en Boston (Estados Unidos), logrando de paso la mejor marca española del año en 1500 metros con 4:06.70, partía como favorita y no falló sobre la pista, dónde paró el crono en 4:10.48.
“El Europeo de Estambul de pista cubierta llega en el momento que llega. No he tenido todo el tiempo que me hubiera gustado para prepararlo. Desde la lesión del año pasado me costó mucho arrancar. Empecé a entrenar en agosto, tuve que parar en septiembre, en octubre no corrí y volví en noviembre con problemas ciáticos. De repente sin más en diciembre parecía que enganché la tecla, empecé a entrenar sin dolor y he tenido dos meses para prepararlo”, declara Guerrero, antes de partir con la expedición española a Estambul.
“Voy con las armas que tengo”
“Yo mismo estoy sorprendida de lo bien que he llegado y lo bien que hemos trabajado en la bici y la elíptica, por lo que volver a correr no ha sido tan difícil. Me he puesto en forma pronto”, confiesa la atleta catalana, que ha vuelto a sonreír tras dejar atrás la grave lesión.
“Voy con las armas que tengo y las voy a intentar sacar. Este Europeo llega en un buen momento y yo necesito la ilusión de una competición internacional. Me encuentro bien corriendo rápido, los temas de cambios de ritmo no he podido trabajarlos como me hubiera gustado, pero creo que voy a poder disputarlo. Creo que lo puedo hacer bien”, apunta.
Hace dos años, en el Europeo bajo techo de Torun (Polonia), era una de las favoritas al podio pero al final concluyó quinta.
“En Torun no conseguí los objetivos que tenía. Era un 1.500 muy abierto, me planteaba luchar por el oro y en la final creo que no supe gestionarlo bien. Es una competición de la que he aprendido mucho”, señala.
“Las oportunidades pasan, lo vi allí, y creo que llego más fuerte a otras competiciones porque lo que vives te hace tener experiencias para que no vuelva a ocurrir. El nivel de Torun no es el que vamos a tener en Estambul pero tampoco soy la misma y yo tengo ganas“, comenta. “Se aprende mucho de los malos momentos pero sufres más de lo que acabas aprendiendo. De lo que más orgullosa estoy es de no tirar la toalla, de haber seguido creyendo y de seguir trabajando aunque no pudiese correr y el dolor no fuera a mejor. He aprendido a relativizar todo, a verlo con más perspectiva y a disfrutar más de cada emoción y a ser más tranquila. La lesión me ha construido en una atleta diferente y espero tener tiempo para demostrarlo”, dice Guerrero, que aún no ha visualizado lo que se encontrará en tierras turcas.
“No he pensado mucho qué me voy a encontrar en este Europeo y es una de las cosas que me ha sorprendido porque es una cosa que hubiera hecho. He aprendido a centrarme en mi. Sé muy bien cuáles son mis puntos fuertes y débiles y no tengo que dejar que lo que ocurre a mi alrededor me influya”, subraya.
Aparte de este Europeo, el objetivo principal de la temporada es el Mundial de Budapest (Hungría) al aire libre en agosto.
“La pista cubierta me ha abierto la ilusión para lo que viene en el verano. Sé que puedo volver a correr rápido, a trabajar, a construirme y a disfrutar del aire libre con un calendario completo. Quiero ser competitiva, mejorar mi marca personal y llegar a Budapest, que es algo que todos nos gusta”, concluye.
