Inicio Noticias & Blog El atleta que estamos esperando

El atleta que estamos esperando

Ahora, Ouassim está lesionado. Pero lleva un tiempo buscándose a sí mismo desde que no logró mínima para los JJOO de Tokio. Por suerte le sobra tiempo. El 30 de marzo cumplirá 24 años.

Siempre recordaré la primera vez que tuve a Ouassim Oumaiz enfrente mía. Decía que su forma de motivarse era ver las carreras de El Guerrouj porque simbolizaba la perfección.  Y también decía que no se tomaba ni una Coca Cola ni una bebida gaseosa. Y luego sacó de la maquina de bebidas un Aquarius Zero. Quería tener controlado todo lo que pudiese controlar.

A las pocas semanas, sin ser aún ni sub-23, fue campeón absoluto de España de cross. Pero antes se había atrevido a desafiar a Jacob Ingebrigsten en el Europeo. Y luego vino el verano mágico de 2020   en el que hizo 13’13” en 5.000 o 7’40” en 3.000. Y el triunfo en el cross de Atapuerca. Y el fichaje por el mejor equipo del mundo, el NN Running Team (el equipo de Kipchoge, Bekele, Cheptegei…).

Y siempre recordaré que Ouassim se presentó en la San Silvestre Internacional 2020 como uno de los favoritos con mayúsculas, como la única herramienta española frente a los africanos. Y salió con esa idea, con el mismo aire desafiante y desenfadado de siempre, pero no.

Su entrenador justificó que le faltaban kilómetros porque preparaba el 3.000 del Europeo de pista cubierta de Polonia y nosotros no le dimos importancia a la decepción: un atleta tan joven,  no nos quedan oportunidades ni nada.

No sabíamos que aquel día iba a ser como un amargo punto de inflexión en su carrera, no estamos educados para imaginar malas noticias.

Ouassim tiene hoy 23 años. El año pasado acabó desistiendo de hacer la mínima para los JJOO de Tokio. Al final, parece que acabó perdiendo el control sobre sí mismo y llega un momento en el que hay que saber alejarse: es mejor volver atrás que perderse en el camino.

El resultado de cara a la siguiente temporada fue cambiar de entrenador y, desde la distancia, decidió alinearse en el grupo de Gabi Lorente: el entrenador de Katir y Mariano García.

Nada que reprochar. A veces, se necesita un cambio de aires y el que debe decidirlo es uno mismo sin miedo.

Y este otoño parecía que volvía en el cross de Zornotza en el que corrió tan bien y acabó segundo. Pero luego vinieron las retiradas de Atapuerca e Itálica y los días ingratos. Y en una de estas Ouassim, que ahora vive en Nerja, decidió volver con Antonio Serrano.

Le pregunté a Gabi Lorente que pasó y me contestó:

-Son conversaciones privadas entre los dos.

Y no le pregunté más. Fue él quien añadió:

-Yo espero y deseo que vuelva a correr de nuevo como en 2020.

Antonio Serrano es ahora, desde la distancia, el entrenador encargado de recuperar la mejor versión de Ouassim.

-Pero en este momento poco se puede hacer porque está lesionado del Aquiles y un Aquiles no se recupera en dos días.

Así que paciencia. A veces necesitamos más tiempo para encontrarnos a nosotros mismos. Es un tiempo de transición.

A mí, que soy un tipo optimista por naturaleza, no se me ocurre dudar que Ouassim volverá y, es más, me quedo con la lectura positiva de esta historia.

Alumno aventajado, Ouassim ha tenido esa fortuna de conocer la derrota a su edad. Esa es una cara que tarde o temprano casi todos los atletas conocen (recuerden lo que le costó a Carlos Mayo superar una lesión a la que no se ponía nombre y miren como ha rendido estos últimos años).

Me decía Antonio Serrano, ‘no escribas de Ouassim porque está lesionado’, pero esta vez creo que no lleva razón, ¿acaso no se puede escribir de los atletas lesionados? ¿es deshonesto contar dificultades? La vida está llena de dificultades, de las dificultades siempre se aprende más.

Yo creo en Ouassim Ouamiz, creo en ese chaval de 20 años que no se tomaba ni una bebida gaseosa por amor al atletismo, por amor a lo que hacía.

Creo en él y creo en su padre, que fue un atleta marroquí de 1 hora 2 minutos en media maratón que tuvo la suerte de ser entrenado por Said Aouita; que ahora trabaja de camarero en Nerja y que es una prueba rotunda de que la humildad nos hace mejores.

Sólo me hace falta recordarle a Ouassim Ouamiz que todos aquellos que se declararon vencidos antes de tiempo lamentan lo que podría haber pasado de haberse mantenido.

Así que no dudo que tarde o temprano, sea con el entrenador que sea, volverá ese atleta que se atrevía a desafiar a Jacob Ingebrigsten con toda la naturalidad de este mundo.

Nos sobra tiempo para ser optimistas, todo el tiempo del mundo. El 30 de marzo Ouassim Oumaiz cumplirá 24 años, quién los pillara, cómo no va a volver a tener más y mejores oportunidades.


Suscríbete a nuestro newsletter

Recibe en tu correo lo mejor y más destacado de LBDC

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí