La selección que en su día maravilló al mundo con su camiseta naranja y su juego coral es solo un recuerdo del pasado: nada queda en Países Bajos de la inolvidable 'naranja mecánica'. Lo demostró el bloque que dirige Louis van Gaal en su primer partido del Mundial de Qatar, en el que sumó una victoria muy sufrida ante la entusiasta selección senegalesa, penalizada por el mal partido de su portero.

Países Bajos salva los muebles ante Senegal (leer noticia)