El Barça-Eintracht dejó muy malas sensaciones. Tanto en el aspecto social, por lo que comportó esa afluencia masiva de aficionados alemanes que inundaron el Camp Nou y dejaron un ambiente hostil en el propio templo azulgrana, como en el deportivo, donde los de Xavi se la 'pegaron' cuando menos se lo esperaban.

Laporta: "Nos quedan siete finales" (leer noticia)