Ya en Pekín, Vladimir Putin comienza su visita de Estado. Es la primera salida al extranjero del presidente ruso desde que fue reelegido para su quinto mandato. Dos días en los que Putin pretende reforzar su ya estrecha relación con su homólogo chino Xi Jinping. La capital china ha reforzado la seguridad en la ciudad con una fuerte presencia policial, mientras las banderas rusas y chinas ondean en las principales calles. En esta visita, se espera que ambos líderes aborden la guerra contra Ucrania, mientras Occidente presiona al mandatario chino para que no suministre recursos al Ejército ruso. El comercio entre ambas economías se ha disparado tras la guerra, pero el gigante asiático niega tener vínculos militares con el Gobierno de Putin. Esta reunión se produce después de que el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky anunciara la suspensión de sus visitas internacionales mientras las fuerzas rusas continúan avanzando en el país, en una guerra, que, de momento, parece no tener fin.