Hubo un momento en el que el Barça se acostumbró tanto al éxito que lo normalizó. Desde la llegada de Pep Guardiola al banquillo hasta el adiós de Ernesto Valverde del Camp Nou, el conjunto blaugrana celebró títulos de Liga a destajo: levantó ocho trofeos de la regularidad en once temporadas y protagonizó una hegemonía sin precedentes en el territorio español. Todo lo extraordinario pierde cierto valor cuando se convierte en habitual. Y más en el caso de la competición doméstica, tan apreciada por los entrenadores pero relegada a un segundo plano por parte de la mayoría de aficionados, embelesados por el ‘glamour’ de la Champions League.

La 27ª Liga del Barça (leer noticia)