Un par de centímetros le dan la victoria a Jakobsen

A lo grande, como grande, su primera en una 'grande'. Así se resume el día de Fabio Jakobsen, el ciclista que con solo 22 años le quitó la victoria al todopoderoso Sam Bennett en la meta de El Puig y se quedó con la cuarta etapa de La Vuelta 2019. Aunque pequeña, muy pequeña, fue la distancia con la que se llevó el triunfo: apenas un par de centímetros que obligaron a la intervención del photo-finish, y hasta con esa herramienta resultó un poco dudoso. Hasta que los comisarios confirmaron, nadie celebró en las cercanías del Monasterio.

Fue el turno de Jakobsen, que ayer se había quedado en el camino como Fernando Gaviria. Hoy se esperaba al colombiano y terminó acudiendo el hombre del Deceunick Quick-Step para birlarle el triunfo a Bennett. "Fabio es un buen chaval. Ha demostrado ser capaz de ganar a los mejores del mundo. Su futuro es brillante. No será un ‘showman’, al estilo Cipollini, pero sí uno de los tres mejores sprinters del mundo", dijo Eros Cappechi sobre él. Y claro, no será el carismático 'Cipo'... pero va en camino de ser un gigante.

Aunque no todo fueron buenas noticias. El Jumbo Visma, por ejemplo, recibió una que fue un golpe al mentón: Steven Kruijswijk echó el ancla y se retiró de la competencia. El líder se marchó debido a un "dolor que ha ido a peor" en su rodilla, afectada por esa caída de varios miembros del equipo en la primera etapa. Ocupaba la posición 51 en la general a 2'19'' de Roche y no pintaba nada bien, pero era él. Su solo nombre ilusionaba.

Justamente, por los lados de la general no se movió un ápice. Nicolas Roche continuará por un día más como amo y señor del maillot rojo con Nairo Quintana persiguiéndole a 2'' y Rigoberto Urán a 8'', a pesar de su terrible caída que no le trajo consecuencias. En la 'clasi' de montaña Madrazo se apuntó un puntito más para ajustarse la de lunares azules. A ver cómo la mantiene cuando a partir de mañana las cotas se pongan mucho más agresivas.