Porto-Boavista, garra y charcos en el Atlántico

Porto y Boavista protagonizan un derbi que tradicionalmente invita a tardes de garra y charcos

El pasado 27 de mayo se cumplieron dos décadas de uno de los derbis de Oporto más especiales de la historia

Porto y Boavista se verán las caras este sábado

Porto y Boavista se verán las caras este sábado / AFP

Aitor Lagunas

Aitor Lagunas

El pasado 27 de mayo se cumplieron dos décadas de uno de los derbis de Oporto más especiales de la historia. No porque se diera en la última jornada de liga. No porque el Oporto, entonces entrenado por un Fernando Santos que aún no soñaba con llevar a Portugal hasta su primer laurel internacional, goleara 4-0 a su vecino. No porque Deco, que todavía no se imaginaba como compadre de Ronaldinho en el Barça, le hiciera un hat-trick al Boavista. Lo que hizo especial esa tarde del 27 de mayo de 2001 fue que uno de los dos clubes de la ‘ciudad invicta ’llegaba al duelo tras proclamarse campeón la semana precedente. Y ese equipo que miraba el derbi desde arriba no vestía, por una vez, la zamarra blanquiazul del Oporto, sino la ajedrezada del Boavista.

Se trataba de la primera liga de su historia. También la única desde 1946 que no acababa en el armario de Benfica, Sporting u Oporto, los tres grandes lusos. Ninguna de las dos circunstancias ha vuelto a repetirse. El Oporto contaba entonces 18 ligas en sus vitrinas, que hoy han crecido hasta las 29. El Boavista, por su parte, sigue aferrado a aquel único campeonato. Miguel Lourenço Pereira, periodista portugués residente en España, estaba aquella tarde en las gradas del viejo Das Antas. “La semana en Boavista había sido de celebración, pero Jaime Pacheco, su entrenador y ex del Oporto, quiso alinear a su once de gala para hurgar en la herida del vecino”, recuerda. “Sin embargo, el Oporto salió como un huracán. En 20 minutos Deco hizo tres goles. Aquella goleada limpió el orgullo portista tras perder una liga ante un rival considerado menor”.

La popularidad del Oporto es hoy muy grande pero hasta los años 90 del siglo pasado los hinchas del Boavista eran mayoría en el barrio de ese nombre, al oeste del centro. Club de raíz obrera fundado por trabajadores de una destilería, ofrece cobijo a quien no es del Oporto en su ciudad. “Sobre todo a quien simpatiza con Benfica o Sporting, y prefiere no decirlo”, desliza Pereira con ironía. Las últimas décadas de hegemonía ‘portista ’han desbordado las fronteras clásicas, haciendólo transversal a todos los barrios y clases sociales. “Pero los derbis son partidos más disputados que técnicos, y además suelen coincidir en invierno, época lluviosa en el norte de Portugal”. La tradición, por tanto, invita a tardes de garra y charcos. Y como un derbi constituye, sobre cualquier otra consideración, un ritual de costumbres, el de esta tarde no fallará: tras toda una semana de chubascos, las previsiones para la hora del partido apuntan una alta probabilidad de tormenta.

EL DERBI QUE INICIÓ TODO

Hoy el partido se juega en el moderno estadio del Oporto. “No suele haber violencia, no es ese tipo de rivalidad. A Do Dragão no acuden hinchas visitantes, a diferencia de lo que ocurre en Do Bessa, donde reina un ambiente más eléctrico”, apunta Pereira. La distancia competitiva lo impregna todo. Por un lado, el equipo de Sérgio Conceicão está donde suele en liga, compitiendo con Benfica y Sporting por el liderato, mientras anda subido a las barbas de Liverpool, Atlético y Milan en la Champions. Por su parte, el Boavista de Jesualdo Ferreira -exentrenador del Málaga- se halla en mitad de la tabla y aún resopla de alivio tras quitarse un peso de encima hace pocos meses. Con el empate a dos goles de la temporada pasada, los boavisteiros rompieron una racha de 13 derrotas consecutivas en los derbis, con 34 goles en contra y apenas uno a favor.

Lejos quedan las dos épocas en que el Boavista pudo codearse con los dominadores del fútbol portugués. Una de ellas, ya lo hemos reseñado, hace 20 años. De la otra hace casi medio siglo. “A mediados de los 70 el Oporto estaba francamente mal, y durante varias temporadas el que compitió con los dos clubes lisboetas fue el Boavista que entrenaba Pedroto”, evoca Miguel Pereira. Sin embargo, una derrota en un derbi significaría el renacimiento de los ‘Dragões’. Tras los partidos, las dos directivas solían compartir una cena por el centro de la ciudad. Y la del Boavista empezó a picar a la del Oporto, con la que colaboraba un joven Jorge Nuno Pinto da Costa. “Las bromas de los boavisteiros acabaron de convencer a Pinto da Costa de que debía entrar en la junta como director de fútbol. Pocas semanas después le robó el entrenador al Boavista, empezó a ganar títulos y en 1982 se convirtió en presidente”. Y ahí sigue, a punto de celebrar 40 años en el palco. Es el presidente con más trofeos del fútbol mundial, entre ellos 22 ligas y dos Champions. Y todo empezó en un derbi.

PARTIDO Porto - Boavista
FECHA Sábado 30 de Octubre (18:00h)
ESTADIO Do Dragao (41°9’N 8°37’O)
POBLACIÓN 1.737.000 habitantes
PAÍS Portugal
DISTANCIA/ESTADIOS 7,4 km (Estádio Do Dragão-Do Bessa)

HAT-TRICK DE CONSEJOS

1 - VUELOS DIRECTOS

Vueling, Ryanair o Iberia conectan Barcelona o Madrid con Oporto varias veces al día. En menos de dos horas y por precios asequibles te plantas en la capital del norte de Portugal. Los gallegos lo tienen más fácil: Vigo está a hora y media por la autopista A3.

2 - LIBRERÍA LELLO E IRMÃO

Antes del derbi os da tiempo de visitar esta librería cercana a la Torre de los Clérigos. Si su aspecto neogótico os transporta a una peli de Harry Potter no es que os hayáis pasado con el vino de Oporto: JK Rowling se inspiró aquí para crear su saga.

3 - UNA COPA EN ARMAZÉM

Tras subir a vuestras redes sociales la foto de rigor ante el puente Don Luis I, ya podéis dejar el móvil y acudir a este antiguo almacén en el barrio de Miragaia, transformado en espacio cultural con puestos de ropa, conciertos y bares con terraza.