Piqué, entre pitos y aplausos en el lugar donde empezó todo

La tempestad alrededor de Gerard Piqué poco a poco se va calmando. Quince meses después de escuchar una soberana bronca en el estadio Reino de León, el catalán volvió a pisar el mismo terreno de juego y logró que se evolucionara de una pitada general a una división de opiniones. Gerard escuchó silbidos, pero también aplausos en la sesión previa al primer partido clasificatorio del Mundial de Rusia 2018 que España disputará hoy ante Liechtenstein. Piqué era consciente desde el primer momento que llegó a León que estaba en el punto de mira. En su llegada a la estación de tren desde Madrid fue tratado igual que todos, de la misma manera que le pasó en el hotel Luis de León, pero sabía que el show se activaría en el estadio. Gerard no tuvo prisa para saltar al terreno de juego, ni se escondió entre el resto de compañeros para que el veredicto del público se difuminara.

Como si fuera una trama de suspense, fueron saltando los jugadores, el cuerpo técnico con Julen Lopetegui al frente...y sin noticias de Piqué. Sergio Ramos fue el más aclamado y todos los jugadores se congregaron con el técnico en el centro del campo. El inicio del entrenamiento no se podía demorar más y por fin entró en escena el gran protagonista. Piqué salió rápido y en solitario del túnel de vestuarios. La reacción fue de pitos y aplausos al mismo tiempo. Una respuesta que se repitió en algún momento puntual del entrenamiento. Cuando una parte del público coreaba su nombre, el otro silbaba. Eso sí, el tono no tuvo nada que ver con el del año pasado. La tregua está al caer. Una muestra de que la tensión se ha rebajado se vio con la única pancarta que se colgó en la grada. “Piqué, coge la bici de Shakira”. Una ocurrencia relacionada con el ‘hit’ del verano de la cantante de su pareja.

La Federación se ha esforzado al máximo cerrar filas en torno al futbolista y que los pitos acaben por desaparecer. El míster, Julen Lopetegui, lanzó en la sala de prensa un mensaje pidiendo “no mirar atrás” respecto al catalán y mostrándose convencido de que “la afición será positiva y estará a la altura”. Ayer se congregaron unos 6.000 seguidores en el Reino de León, una media entrada, y hoy, ya con el estadio lleno, se comprobará si Piqué ha logrado que la herida por su recuerdo a Kevin Roldán en la fiesta del triplete se cierre .