La directiva del Real Madrid señala a los jugadores

Los dirigentes madridistas achacan directamente la última derrota ante el Levante al bajo rendimiento de varios futbolistas

Zidane sigue en el alambre y un nuevo descalabro ante el Huesco podría precipitar su destitución

La directiva madridista responsabiliza a los jugadores de la última derrota

La directiva madridista responsabiliza a los jugadores de la última derrota / AFP

La derrota encajada el pasado fin de semana ante el Levante ha puesto de manifiesto la falta de confianza de la directiva que preside Florentino Pérez en los jugadores de la plantilla profesional, a quien achacan directamente ese mal resultado. El 1-2 ha reabierto de nuevo la crisis cíclica en la que está sumido el equipo madridista desde que arrancó la presente temporada por sus las malas actuaciones en determinados partidos. 

Los dirigentes blancos consideran que en esta ocasión el técnico, Zinedine Zidane, que estaba en su casa enfermo, no es el primer culpable y señalan con el dedo a algunos jugadores por su bajo rendimiento. En los despachos del Santiago Bernabéu también están molestos por el arbitraje, aunque no lo consideran culpable directo de la derrota ante el Levante y sí, en cambio, el partido que hizo su equipo.

RENOVACIÓN OBLIGADA

La directiva que encabeza Florentino Pérez ha llegado a la conclusión de que el próximo verano se hace indispensable emprender una profunda renovación de la plantilla, pese al delicado momento que atraviesa la entidad a nivel enconómico por culpa de la pandemia. Los dirigentes madridistas tiene muy claro se deberán tomar decisiones importantes, debido al pésimo rendimiento que del equipo durante la mayor parte de la temporada en curso.

Pese a todo, la situación de Zidane no ha cambiado. El técnico francés sigue en el alambre y si el Real Madrid pierde en Huesca ante el colista ofreciendo otra ‘exhibición’ como la del pasado fin de semana, puede ser cesado de forma fulminante. De todas formas, la gran prueba de fuego de Zidane será la eliminatoria de octavos de final de la Champions League ante el Atalanta, el último flotador al que puede agarrase el equipo madridista para salvar la temporada.